El campo y la ciudad
Madrid, España.- Una vez al año, las ovejas toman la calle de Alcalá, en Madrid. A fines de octubre, su ritmo pausado, los balidos y las campanitas se hacen notar en una ciudad donde también resuenan nombres con sabor a medievo: que los Hombres Buenos de la Mesta, y los Mayorales y los Sarrujanes. Y que la Fiesta de la Trashumancia, motivo y cita tras esas ovejas aplaudidas, fotografiadas y celebradas; renovada acta de compromiso para preservar algo de un mundo que se resiste a la definitiva extinción. Conviven varios tiempos en esta única imagen. Está la parsimonia atávica de cabras y ovejas; están los gestos de los transeúntes, encantados con el desfile y su tremenda cantera de mensajes y selfies para Instagram. Y está, claro, la inconfundible impronta de McDonald's, justo en la esquina. Globalizaciones tardías, contrastes y el tiempo, ese vendaval que no para.