El discreto encanto de la nueva normalidad
"¡Subviertan la normalidad!" La frase del filme Out of the blue (Dennis Hopper, 1980) la dice Linda Manz, la actriz que falleció ayer justo cuando se amplían las discusiones sobre cuál y cómo será la "nueva normalidad".
En una temporada marcada por el virus invisible y el aislamiento, el colapso de la moda extremó el estilo "normcore" por la comodidad de entrecasa: la última tapa de la revista dominical del The New York Times consagraba el triunfo de la "joggineta". La ficción también propone un desafío con la serie y la novela irlandesas Normal People (Hulu, BBC).
Ahora que expertos en psicología se subieron al rango de consulta presidencial, la eterna pregunta sobre qué es la normalidad redobla su vigencia. Cuarentenas que no son, restricciones que llegan para quedarse. En tiempos de defensa de las diversidades, parece curiosa cierta vocación por uniformar. Más alla de la sexualidad, la aceptación de una cultura queer en múltiples aspectos (laboral, social, político) parece más razonable a estos tiempos que someternos a tantas normalidades aparentes.