El sentido del ritual
Avanza el mes de julio y con él también avanza –podemos presumir– la dotación de brazaletes que este artesano pakistaní pinta cuidadosa y meticulosamente de rojo. Pronto, en menos de dos semanas, muchas mujeres habrán pasado por este local de la ciudad de Lahore, en busca de pulseras que completen sus atavíos de gala. Lo que se prepara, aquí y en el resto del mundo musulmán, es la festividad de Eid Al Adha, momento de celebración, encuentro, reunión, puesta en suspenso del trajín cotidiano, apertura a esa suerte de no-tiempo que cada tanto instalan los festivales y que tanto bien le hacen a ese pequeño, atormentado y complicado ser que da en llamarse humano. El origen del Eid Al Adha es religioso; su sentido, como suele ocurrir, es universal. Todos, incluso los descreídos occidentales, necesitamos del ritual que nos recuerda que la vida, pese a todo, sigue adelante.