En busca de la reactivación
¿Cuál será la clave para lograr que la confianza no vuelva a disiparse rápidamente y se pierdan los efectos positivos en las expectativas que generó el anuncio del acuerdo con el FMI?
"Si los políticos se dejaran de hablar livianamente muchas cosas podrían cambiar muy rápido", decía esta semana un importante consultor de la City, que agregaba: "Hay que ver todo el potencial que está dormido, la enorme cantidad de proyectos que están esperando a que haya certidumbre política y económica".
Porque si la mejora en los precios de los bonos continúa y las tasas de interés implícita en las cotizaciones baja, si retornan los depósitos bancarios y se cumple con el déficit cero, igualmente hará falta algo más para que la economía crezca. Se llama demanda agregada y significa más consumo, más inversión o más exportaciones.
La estabilidad económica, la seguridad jurídica y política son condiciones necesarias para crecer, pero no suficientes. Alguien debe creer, además, que es negocio invertir en la Argentina. Que se puede multiplicar lo que se invierte en la economía real, generando trabajo y agregando valor.
De todas formas, la Argentina todavía debe probar que es capaz de mantener el déficit cero -una manera extraña de decir presupuesto equilibrado- para ser candidata a merecer un aumento de la confianza.
El problema del financiamiento para las provincias con cuentas en rojo parece estar contemplado en el plan diseñado por el asesor externo de Economía, Horacio Liendo.
Los gobernadores que así lo decidan podrán pagar hasta el equivalente de un mes de las remuneraciones de su personal en títulos propios, que luego serán aceptados en pago de los impuestos nacionales y devueltos a la provincia en la forma de una letra nacional. Así se pone un tope a la capacidad de las provincias de tener déficit y de emitir una moneda inconvertible.
La pregunta es si este esquema -que de un modo heterodoxo significa no hacer el ajuste hasta sus últimas consecuencias- es suficiente como para evitar la profundización de la recesión.
Otra clave puede estar en el hecho de que el Tesoro nacional ahora garantiza una suma mensual de coparticipación y fondos especiales para las provincias, sea cual fuere la recaudación. Es un acuerdo hecho pensando en que la recaudación aumentaría y que la Nación se quedaría con la mayor parte. Pero los ingresos caen, y el Tesoro encima tiene que pagar la garantía a las provincias. Si consigue achicar la cuota mensual, tal vez no deba recortar más sueldos y jubilaciones. Y eso también evitaría más recesión.