Enemigo invisible
Sola corre por las calles de la City londinense, desiertas a causa del tercer confinamiento desde el estallido de la nueva variante del virus. Recorre un espacio normalmente atestado de gente, que en tiempos pretéritos no hubiera sido el escenario elegido para desarrollar actividad física. Desde las alturas, se impone uno los tantos dragones que pueblan el distrito financiero de esta ciudad. Alerta y desafiante, este ser mitológico impone su presencia como si nunca hubiera sido vencido. Y la mujer solitaria, que tal vez no ha reparado en que es observada por este ser acechante, avanza preocupada por defenderse de otra fiera, hoy mucho más temible, aunque invisible. El otrora poderoso dragón ha sido de nuevo vencido, pero esta vez por un enemigo al que, de tan pequeño, ni siquiera le ha podido presentar batalla.