Estudiar y formarse es un buen negocio
La idea de que la educación y la formación de las personas son la clave para que puedan construirse un futuro prometedor no es nueva. De hecho, suele ser un tema de conversación entre distintas generaciones, cuando los mayores buscan alentar a los más chicos a que se dediquen a crear un porvenir para ellos mismos. Sin embargo, esas conversaciones a los más jóvenes muchas veces les parecen más un cuento que una realidad.
Sin embargo, los datos oficiales de los últimos años 10 años muestran que, por cada 100 búsquedas abiertas para cubrir posiciones con perfiles profesionales, 27 de ellas quedaron vacantes y que 1 de cada 10 para puestos de técnicos y operarios corrieron la misma suerte. Es decir, que el desafío del talento es una realidad y que resulta clave alentar a los jóvenes a que se formen y que reúnan las herramientas necesarias para poder aprovechar las oportunidades que existen.
Pero hay más sobre este tema. Al revisar los requerimientos para la incorporación de perfiles técnicos y de operarios, lo cierto es que las organizaciones piden o señalan como algo que valorarán positivamente del candidato que esa persona cuente con estudios universitarios o terciarios, al menos, en curso o iniciados. Esto, que hace un tiempo atrás parecía una rareza, hoy es moneda común inclusive en el 64% de las empresas que suele contratar personal eventual. Así, estos datos muestran que existen oportunidades para aprovechar.
Las empresas saben y viven día a día el desafío de hallar el talento que buscan para desarrollar su actividad en un entorno altamente desafiante. Pero también apuntalan al talento con beneficios que suman a la experiencia del empleado, entre ellos los relativos a la formación continua y la capacitación.
Así, contar con una buena formación contribuye a las posibilidades de ingresar a un buen empleo donde además de aportar el conocimiento adquirido durante los estudios, permite continuar aprendiendo e incorporando experiencia valiosa para lograr un ascenso o lograr un cambio de trabajo. Y este dato no es menor: el relevamiento halló que el 40% de los jóvenes entrevistados creen que su crecimiento laboral depende de ocupar un puesto de mayor jerarquía en la misma compañía.
En todo esto hay un punto clave que es que aún existe una brecha entre la formación con la que salen los jóvenes y la expectativa de la oferta laboral, distancia que no es insalvable, pero que si se tiene una formación es mucho más manejable. Pero también es cierto que es muy bien vista la proactividad de aquellos jóvenes que además suman otros conocimientos complementarios que van diseñando su propia carrera profesional. Esto está dentro del universo de las habilidades blandas de las que tanto solemos hablar.
En cualquier caso, para ingresar, para crecer y progresar, hoy los jóvenes deben comprender que uno de los caminos que muestra muchas oportunidades está en formarse profesional y técnicamente. Quizás, con esto, logremos no sólo que más empresas resuelvan sus búsquedas laborales, sino que más gente pueda tener un empleo que les reditúe y satisfaga y, a la vez, un futuro mejor.
Gerenta de Comunicaciones Corporativas y Marketing de Grupo Gestión