Haga patria, incorpórese a una lista
Faltaron los montoneros (que aunque no figuran en las listas pasean por Mauro Viale), pero de lo demás, las listas de candidatos conocidas en estos días no nos ahorraron nada. Ni siquiera la sinuosidad de que para votar a un radical como Fernando de la Rúa haya que buscar la urna menemista de Daniel Scioli.
Guiados tal vez por algún lema del tipo "haga patria, incorpórese a una lista", los responsables de las boletas convocaron a parientes, estrellas, amigos, conocidos, punteros y hasta trapecistas como el actor Víctor Laplace que apenas nominado como senador suplente brincó, sin solución de continuidad, del ARI de Elisa Carrió al subduhaldismo del Frente por el Compromiso Social, que al parecer le garantizaba una exposición más destacada.
Una buena manera de poner de manifesto, una vez más, el apego a la práctica nacional de El Padrino (que suena a importada de Italia, por llamarla de alguna manera), consistente en preferir a los cercanos y leales, aunque ineptos, a cuadros independientes y formados, pero que no responden a lealtades irracionales.
La gran esperanza blanca, el ARI de Elisa Carrió, debutó con prácticas que sorprendieron. Susana Rinaldi, de quien nadie pone en duda que es una espléndida persona y aun más espléndida cantante, fue designada para lidiar en los dominios de la Banelco de turno. Aunque con pocas posibilidades de acceder a la meta, esa muy buena actriz que es Soledad Silveyra está en carrera para la cámara de diputados. Es posible que su nula experiencia política pueda ser compensada por sus ingentes esfuerzos para ensalzar la ramplonería de Gran Hermano . En cambio Liliana Chernajovsky, con toda una trayectoria en el Frepaso, fue objetada por el venerable y probo profesor Alfredo Bravo (uno de los dos arcontes del ARI, el otro es Hector Polino) simplemente por compartir su vida sentimental con Chacho Alvarez.
Parientes y empatía
Los arcontes también pusieron en vereda a Juan Carlos Dante Gullo, ex dirigente de la Juventud Peronista de los años setenta. Gullo había implementado una versión feng chui del ARI denominada Nuevo Milenio, que apoyando a Bravo y Rinaldi le permitía a él presentarse como diputado porteño.
Más original es el método de reclutamiento impuesto por el líder del Polo Social, el padre Luis Farinello. Antes de decidir qué lugar ocupará cada candidato en las listas, el padre los mirá profundamente a los ojos y, según resulte esa empatía, irán al principio o a la cola. Algo de esto le debe haber ocurrido con el jefe piquetero de La Matanza, Luis D´Elía, al que puso en la puerta después de asegurarle que compartía sus razones y no sus métodos. Para este evento Farinello formó pareja con Gloria Bidegain, hija del otrora gobernador de la provincia Oscar Bidegain y, en otras épocas, devota militante montonera ella misma.
A Rodolfo Terragno, triunfante candidato opositor, le tocó cargar con Vilma Ibarra. Seguramente encantadora pero que debe su meteórica carrera a ser la hermana del gobernador de la Ciudad de Buenos Aires. Aníbal, numen de la energía renovadora del Frepaso, la impuso con una frase digna de Mario Puzzo: "Quiero alguien mío en el Senado". Y lo consiguió.
Del justicialismo se puede decir de todo menos que no sea polifacético. Sus listas permiten acercarse a Menem, a de la Rúa, a Cavallo o a Alvaro Alsogaray. A través del Frente por la Unión de Buenos Aires, que para el senado encabezan la pareja estelar Tomás Liendo-Beatriz Gutiérrez Walker y para diputados, Scioli. Hay posibilidad de tocar el timbre en Don Torcuato vía Inés Pérez Suárez, tomar café en lo de Cavallo gracias a la señora Graciela Fernández Valoni o departir con el presidente de la Nación por obra y gracia del deportista anteriormente mencionado. Para los que siguen fieles a los postulados más liberales, la dupla Liendo-Walker ofrece otra variante que los incluye como cabeza de lista. Aquí van acompañados por ucedeístas auténticos como el diputado Julio Crespo Campos. Dicho sea de paso, este último está a punto de enfrentar un juicio por vandalismo ("acto de violencia en sitio histórico") por haber estrellado en la cabeza de un contrincante, durante una sesión en la legislatura porteña, el tintero que perteneció a Evita cuyo peso -y no es un dato menor- alcanza unos módicos cinco kilogramos.
Eduardo Duhalde, el hombre que sueña con un Pacto de la Moncloa (tal vez ignore que aquel costó un millón de muertos), es otro que reaparece en varias listas a gusto del consumidor. La suya propia atiende por Partido Justicialista y lleva entre otros a Jorge Remes Lenicov; la señora de Barrionuevo, née Graciela Caamaño, y a María del Carmen Rico, descendiente directa de Aldo. Los setentistas lo pueden consumir en el Frente del Compromiso Social que lidera Ernesto Jauretche (sobrino de don Arturo) y los liberales con la boleta Ucedé.
Los liberales son como Dios, están en todas partes. Nuevo País, la agrupación de Beliz que lleva como candidatos a diputados a Irma Roy y Manuel Herrera (ex ARI), se presenta también como Partido Federal, pero con candidatos ucedeístas.
Apotegma de Evita
Amparada en el lema "PJ social" Claudia Bello, ninguneada por el peronismo de capital no se desalentó y buscó alguna agrupación que le prestara el nombre. Así fue que dio con el Modín, que para entonces había acordado un frente con el Partido Nacional Constitucionalista. Pero el domingo, a causa de un quítame allá esas pajas, se trompearon en la puerta del juzgado electoral y quedó Modín a secas. Esta lista lleva como primeros candidatos a diputados a un superviviente del lanussismo, Saturnino Montero Ruiz y a Inés Teresa Anchorena (homónima de la actual directora de cultura de la Cancillería). Bello colorea el agrupamiento con una frase de Evita: "Donde hay una necesidad, hay un derecho", apotegma que la candidata supo aprovechar en sus épocas de interventora en Corrientes cuando necesitaba viajar por la provincia y alquilaba un avión para trasladarse.
Las curiosidades siguen: el escritor Jorge Asís y el sindicalista Jorge Triaca puntales de un Frente Renovador Popular, el futbolista Antonio Rattin acompañando a Luis Patti en el cacofónico Paufe, el ex menemista Mario Cafiero en el ARI, Herminio Iglesias por el laborismo (no el de Tony Blair). Alicia Saadi con Unidos por Catamarca en busca de devolver el honor perdido a manos de Barrionuevo y buscando calmar la depresión de su hermano Ramón.
Como es habitual (y para alivio de los que temen que el Himno Nacional sea reemplazado por La Internacional), la izquierda concurre peleada. A falta de farándula (Brisky y Bidonde no lo son) destaca un vicio nacional: la portación de apellido. Caso de Patricia Walsh, candidata de Izquierda Unida y cuyo único antecedente conocido es que Rodolfo Walsh haya sido el responsable de ponerla en el mundo.
El listado que antecede (en el que las anécdotas superaron la enumeración de hijos y parientes en carrera) muestra un panorama poco alentador en el que parecería que en vez de discutir cómo hacer mejor política, se quiere acabar del todo con ella y así funcionar sin rechistar.