Inteligencia Artificial, robótica social y guerra cognitiva en Ucrania
El control de la construcción de identidad y el modo en que afecta la moral de una población demuestran que se está llevando a cabo un nuevo tipo de guerra en Ucrania. Para establecer sus alcances debemos analizar las características del conflicto que hoy ocupa la primera plana de los diarios de todo el mundo.
El escenario global. El “Mindset Digital”, que está referido a la capacidad de poder entender los beneficios y explorar todo aquello que lo digital nos brinda, propone un escenario cotidiano, donde cualquier usuario digital construye su identidad y percepción de su entorno social en el ciberespacio y su proyección en el diálogo interpersonal frente a frente con otra persona. Sin embargo, no se trata solo de publicar fotos en redes o hacer comentarios impulsivos en blogs o medios de comunicación, manifestando nuestros gustos o preferencias. En este entorno digital intervienen diferentes herramientas de aplicaciones que, sobre todo, convertirán la voz en texto y después en pequeñas palabras claves que servirán para hacer el prototipo de un usuario. Protegiendo los datos personales de acuerdo a la ley de cada región, todos los usuarios digitales conforman segmentos que se integran en una “protopersona”, es decir, un destinatario ideal de una marca, un votante, un ciudadano y, en una guerra, el destinatario del mensaje para un enemigo o un aliado.
La modificación de conducta. Visualicemos una noticia en un diario digital y los diferentes mensajes a favor o en contra sobre el contenido. En la lectura de los comentarios, los lectores digitales construirán una percepción de mayoría o idea predominante en las numerosas expresiones a favor de la nota. Ahora bien, quienes opinan en enjambre pueden ser usuarios reales dirigidos con técnicas de marketing de contenidos, pero también pueden ser robots accionando mediante aplicaciones. En ambos casos el objetivo se centra en obtener percepción digital y el nivel de “agresividad comunicacional” puede crecer en distintos niveles según el escenario.
En el conflicto de Ucrania observamos numerosas estrategias de construcción de identidad social, terror, victoria y rendición, según el emisor y los diferentes recursos de Inteligencia Artificial y robótica aplicados a la movilización masiva mediante canales digitales. Recordemos que la robótica en este caso se refiere a programas informáticos que después de analizar grandes volúmenes de datos, accionan mediante IA para construir mensajes de opinión o impacto previamente configurados.
Thomas L. Friedman, periodista de The New York Times, afirma que esta es la primera guerra cubierta por individuos armados con teléfonos inteligentes. Es decir, que la inmediatez con que registramos momentos de amistad, trabajo, reuniones y otros, es un canal directo para el registro de la brutalidad de un conflicto armado.
Según detalla Marc Argemí en el libro Rumores en guerra (A Contravent), donde documenta una recopilación de los rumores que se intercambiaron británicos y alemanes durante la Sgunda Guerra Mundial; los británicos lograron afectar de manera emocional a los alemanes en determinados periodos de 1941 con la versión de que contaban con un arma que podía incendiar grandes espacios de mar. Un gran mentira que como rumor, se sumó a las tantas técnicas de mensajes para desmoralizar al enemigo.
La inmediatez y la movilización social. En un contexto de comunicación inmediata, los medios y canales digitales aplican técnicas de otras ciencias para lograr la efectividad deseada en la aplicación de Inteligencia Artificial y robots de intervención social. De este modo la semiótica, la psicología, la sociología y otros conocimientos cognitivos se hacen presentes en un mensaje que cuenta con un profundo conocimiento sobre el destinatario y la manera en la que consume información. En el caso de Ucrania se trata de una región que mantiene desde 2019 el privilegio de ser el cuarto país con la conexión a Internet más barata del mundo, según la firma británica de telecomunicaciones Cable.co.uk, y de contar -según el Banco Mundial- con un acceso del 80% de la población a servicios digitales y el 95% con conectividad móvil.
En pocas horas de intervención militar en Ucrania, se podían observar en redes como TikTok a paracaidistas descendiendo en cercanías de Kiev, soldados tomándose selfies en el avance ruso, y más tarde un sinnúmero de videos sobre el terror de la guerra. Muchos medios de comunicación tradicional han replicado algunas de estas imágenes en forma constante y adicionado información con verbos imprecisos como habrían, estarían, se encontrarían, etc.
En una población temerosa por la proximidad del conflicto y el peligro de perder la vida, el rumor juega un papel que puede ser determinante en la moral. Si durante la Segunda Guerra Mundial, las técnicas de lanzar folletos sobre poblados podían anticipar una rendición, actualmente la inmediatez propone una guerra comunicacional donde la psicología social y otras ciencias han dado paso a la guerra cognitiva.
Hacia la tarde del segundo día de enfrentamiento, el control de las redes sociales por parte de Rusia, y el monitoreo e intervención estratégica de Internet se ha concretado; sin embargo, la aparición de Elon Musk para proveer Internet Satelital a Ucrania propone un contexto comunicativo donde las potencias ponen en juego recursos que se observan, por primera vez, de manera masiva y en un conflicto bélico moderno de gran escala.
Director de la licenciatura en Inteligencia Artificial y Robótica y la licenciatura en Seguridad Informática de Universidad Siglo 21