Janucá y Navidad, luces contra la oscuridad
Los que amamos la convivencia hoy estamos de luto por el atentado antisemita en Australia. Mientras un grupo de judíos celebraban la alegre festividad de las luminarias (Janucá) fueron masacrados en una playa, por el solo hecho de ser judíos.
¿Por qué fue elegida esta celebración para el atentado? Realizar el ataque durante una festividad religiosa judía buscaba no solo causar víctimas físicas, sino también infligir un trauma psicológico y simbólico a la comunidad, atacando su identidad cultural y religiosa. No se dieron cuenta los agresores de que no van a conseguir su objetivo, ya que Janucá celebra justamente la supervivencia del pueblo judío, su capacidad de resistencia y su resiliencia. La historia nos enseña que este pueblo ha sabido sobreponerse siempre al dolor y puede en el futuro –como expresó Ernesto Sabato– “volver a reír y bailar sobre las cenizas del último pogromo”. Recordemos que el 7 de octubre de 2023 Hamas perpetró su masacre en otras festividades judías: la Fiesta de la Torá y Shabat.
¿Qué celebra Janucá? Evoca el heroico levantamiento de los macabeos que terminaron con el poder grecosirio, que quería helenizar por la fuerza al pueblo de Israel.
Jerusalén fue liberada hacia el año 164 a. C. y se reinauguró el Templo (“Janucá” significa “inauguración”). Una vasija que tenía aceite para iluminar un día alcanzó a arder milagrosamente durante ocho días. Hoy la festividad se celebra encendiendo gradualmente un candelabro de ocho velas y con cantos alusivos. En realidad, lo milagroso es que, pese a todas las tragedias, el pueblo judío siga encendiendo la luz una y otra vez.
Janucá también celebra el coraje “de los pocos contra los muchos” y la astucia de las mujeres en la resistencia, ejemplificada en la historia de Judith (quien luego de embriagarlo eliminó al general Holofernes).
Volviendo a estos días. Según la Anti Difamation League (ADL), los incidentes antisemitas en Australia se han más que triplicado en los últimos dos años y el gobierno ha hecho poco para evitarlos. En el mismo sentido, el papa León XIV ha expresado con contundencia: “Basta de violencia antisemita”.
Estos fanáticos perpetradores de Sídney han olvidado las leyes coránicas (Suras 5:32, 6:151 y 4:93) que condenan el asesinato como una de las transgresiones más graves contra Dios y la humanidad. Por suerte hubo un musulmán en Australia que entendió la valoración de la vida que hace el verdadero islam y se abalanzó valientemente contra uno de los atacantes. El héroe, llamado Ahmed al Ahmed, cayó herido y se está recuperando.
También los cristianos están sufriendo los embates de grupos minúsculos de fanáticos musulmanes. Mientras católicos y evangélicos recuerdan el milagro del nacimiento de Jesucristo, la magna fiesta de la cristiandad, han sido objeto de manifestaciones anticristianas frente a árboles de Navidad. Estos hechos ocurrieron en mercados navideños de Bruselas (con consignas como “la Navidad insulta al profeta”), Londres, Viena y Milán. También cabe recordar el atropellamiento masivo en un mercado navideño de Magdeburgo, en 2024. Los investigadores piensan que los fanáticos quieren evitar la existencia de estos mercados porque los consideran una demostración pública del cristianismo. La consecuencia es que hoy estos mercados navideños son verdaderas fortalezas.
Nos hemos referido a Janucá y Navidad. Ambas festividades evocan milagros distintos y tienen diferentes significados, pero en la forma comparten muchas similitudes, como las reuniones familiares y el regalo a los niños. Ambas nacieron y crecieron en el hemisferio norte, en el frío mes de diciembre, en fechas cercanas al solsticio de invierno, cuando las noches son larguísimas. Es el momento propicio para apreciar la importancia de la luz. Las dos celebraciones representan el triunfo de la luz sobre la oscuridad y evocan una atmósfera emocional similar. La luz simboliza el conocimiento, la ilustración, la tolerancia. En cambio, la oscuridad representa el fanatismo, el dogmatismo y la intolerancia de los agresores.
En estos días en que la oscuridad del fanatismo intenta ganarle a la luz, reforcemos con más fuerza la luz. Hagamos que la luz disipe las tinieblas del fanatismo. Es una época de reuniones y de reinaugurar la esperanza en un mundo más justo. Pese al luto, hay que celebrar la vida y expresar gratitud y solidaridad.
¡Feliz Janucá, feliz Navidad!
Presidente del Centro de Investigación y Difusión de la Cultura Sefardí (Cidicsef)


