La Iglesia y la reelección
El Nacional, Venezuela
Con la ponderación y serenidad que la caracteriza, la Iglesia Católica ha dado a conocer su parecer sobre las elecciones presidenciales pautadas para el próximo 20 de mayo. Los obispos venezolanos reiteran sus críticas sobre la manera en que se conduce el proceso electoral, y advierten que lo más sensato y conveniente para el país sería una postergación de los comicios para el último trimestre del año. No escapa a su reflexión el hecho cierto de que Venezuela padece la crisis más severa de toda su historia y que, en esas condiciones tan viles, llamar a la reelección del actual mandatario constituye no solo una provocación innecesaria, sino una demostración de cinismo político que raya en la burla y el desprecio. Hoy no se puede justificar ese abrir las puertas a una puesta en escena electoral que en nada va a resolver la urgente situación de abandono y miseria, de hambre y desolación, hacia la cual nos ha conducido una camarilla civil y militar inepta y escasa de escrúpulos.
Cuando la Iglesia Católica pide la postergación de las elecciones para el último trimestre del año, demuestra que estos comicios no constituyen una necesidad urgente, como sí lo es la gravísima y desgarradora situación de millones de niños sin atención médica, sin alimentos ni medicinas, al igual que centenares de miles de ciudadanos atenazados por una furiosa hiperinflación que destroza sus salarios y los hunde en un mar de hambre.