La OTAN comienza a definir a China como preocupación
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acaba de tener su reunión anual "cumbre". Por primera vez en su historia, en su transcurso la organización referida mencionó a China como tema "que, como alianza, necesitamos considerar".
Lo que se suma a la dura decisión norteamericana de no trabajar con la enorme empresa china de telefonía "Huawei", porque hay sospechas de que los aparatos de comunicación que ella provee para ser usados en la banda ancha 5G podrían ser utilizados para hacer espionaje, sin que ello necesariamente se advierta.
Ante la fuerte presión norteamericana, Japón, Nueva Zelanda y Australia han decidido ya no operar con la telefonía de la mencionada empresa china, a la que han sustancialmente excluido de sus respectivos mercados domésticos.
Gran Bretaña, que ya tiene a "Huawei" en su propio sistema telefónico nacional, ha anunciado que lo excluiría si se confirma que está siendo usado para, a través del mismo, espiar a favor de una nación extranjera. Italia se habría comprometido a hacer lo mismo.
Alemania, en cambio, aún no. Pero su propio Parlamento nacional sigue muy de cerca el tema, con visible preocupación. Y acaba de acordar tratar un proyecto bi-partidario de ley que, de ser aprobado, excluiría a Huawei de la red alemana móvil 5G. La empresa china podría ser reemplazada en Alemania por Nokia o Ericsson, que están en condiciones tecnológicas de hacerlo. Aunque aparentemente con algunos sobrecostos.
La misma Comisión de la Unión Europea se ha referido explícitamente a China, definiéndola como un "rival sistémico", lo que es todo un alerta. Para los europeos, en general, "Huawei" debe ser considerada como una empresa estratégica, cuya operación, por ese importante motivo, no debe quedar librada exclusivamente a las fuerzas del mercado, sino que debe ser vigilada y regulada, de cerca, por las distintas autoridades nacionales.
"Huawei" es una empresa bien notable, cuya tecnología es ciertamente "de punta" cuando de sopesar su capacidad se trata y tiene algunas ventajas claras en materia de velocidad de operación, esencialmente. Ese es su fuerte, razón por la cual no será nada sencillo desplazarla de los principales mercados domésticos sin que ello suponga una elección comercial de peso, como son siempre las que tienen que ver con elegir entre los EE.UU. y China, con todas sus consecuencias.