La paciencia de Kirchner
El presidente electo, Néstor Kirchner, dice de sí que es una persona paciente. Pero en estos días de transición parecen ser los empresarios los más pacientes, mientras quien será en días el titular del Ejecutivo hace todavía algunas manifestaciones que parecen más propias de la campaña.
"Yo no puedo decir que el discurso del miércoles no me inquietó, pero prefiero pensar en positivo, estaría (Kirchner) todavía con los ánimos encendidos por todo lo que había pasado en esas 36 horas. Habrá que ver cómo forma su gabinete y luego cómo encara la gestión de gobierno para poder formarse una opinión", dijo a LA NACION un importante dirigente empresarial.
Desde el sector bancario, al que Kirchner dedicó algunos de sus dardos más agudos lanzados sin disimulo alguno, tampoco se retacearon apoyos. Ni siquiera desde Adeba, cuya conducción fue la más claramente aludida por el vencedor del proceso electoral en el programa de televisión de Mirtha Legrand.
"Hay que ver qué hace cuando tenga que tomar decisiones, no hay que dejarse llevar por las manifestaciones hechas al calor de la campaña, porque es indudable que habrá que lograr amplios consensos y el propio Kirchner debe saberlo", dicen, contemporizadoras, fuentes de los aludidos.
Hay quienes dicen conocer los motivos de los dardos lanzados por Kirchner, cuando dijo que había empresas de servicios públicos privatizadas más preocupadas en respaldar candidaturas políticas que en cumplir con sus obligaciones contractuales. Juran que algunos gastos de la campaña de Carlos Menem se habrían pagado con cheques de una de esas compañías.
La paciencia que Kirchner dice tener y que por ahora ejercitan los empresarios tiene también causas objetivas. Una es que el santacruceño ha tenido más encuentros con hombres de empresa -incluso recientemente- de los que está dispuesto a admitir en público. Sus interlocutores dicen que es un "tipo sensato". Y agregan: "Es muy dogmático en lo político, lo que seguramente puede traerle problemas sobre todo dentro del peronismo, pero en lo económico es un pragmático".
Una preocupación es acerca de cuál será el proceso de toma de decisiones. "Lo ha hecho hasta ahora casi en soledad, junto a un grupo muy reducido que es de su entera confianza, pero habrá que ver...". Para los hombres de empresa "la conformación del gabinete será una primera gran señal, sobre todo de cuál será su relación con Duhalde".
Otro aspecto que consideran clave es qué clase de acuerdo habrá con el FMI. Creen que hay pocas probabilidades de conseguir simplemente la prórroga del actual hasta diciembre próximo, cuando la conformación del Congreso podría ser más favorable tras pasar las elecciones que se sucederán en los próximos meses. Habría una ventaja política, pero la dificultad reside en que habría que prorrogar una vez más la renegociación de la deuda con los tenedores de bonos argentinos emitidos bajo jurisdicciones extranjeras.
De todas formas, nadie parece esperar de Kirchner grandes paquetes de medidas pronto. Reina la paciencia.