Cortázar y la música
El documental Esto lo estoy tocando mañana. Julio Cortázar y la música me causó una emoción profunda. La tarde del estreno en la Alianza Francesa tuve sensaciones en todo el cuerpo. Cuando era muy joven, en 1964, actué en Circe, película de Manuel Antín sobre un cuento de Cortázar. Durante la filmación, Cortázar nos enviaba grabaciones y en dos de esas cintas hacía referencias a mí, como actriz y como mujer. Yo lo admiraba desde siempre, y comencé entonces a pensar en cómo sería su vida personal. Conocía sus preferencias sobre cine, literatura y hasta comidas; también sus ideas políticas. Pero no sabía demasiado de su relación con la música. En ese sentido, el documental me enseñó mucho. Hace un aporte muy valioso y por eso creo que debería verlo todo el mundo ahora que lo proyectan en el Recoleta.
Es muy difícil reflejar el alma en un documental. En este caso, Karina Wroblewski y Silvia Vegierski, las directoras, lo lograron a través de variados matices. Además de reflexiones de grandes como Vargas Llosa, consiguieron testimonios con mucho humor. Mientras veía las imágenes, empecé a prestar atención a la música, que es maravillosa. La música es como el mar: es el lugar más libre de la Tierra. Lo que uno escucha habla acerca de lo que uno piensa. Doy las gracias porque, al ver este trabajo, cerré un círculo con Cortázar.
Graciela Borges