La dieta que va más allá de lo humano
Si lo que les gusta es la comida rústica, deberían probar con la "paleodieta", la cocina del paleolítico. Robb Wolf, autor del libro La solución paleo , sostiene que cuando el ser humano inventó la agricultura (y empezó a alimentarse con legumbres y lácteos), comenzó a llenar su cuerpo de elementos tóxicos. Por eso propone que empecemos a ingerir alimentos no procesados como carne magra, mariscos, raíces, tubérculos, frutas y verduras.
Para los paleofanáticos, los problemas de nuestra alimentación empezaron con el neolítico; casualmente -afirman los historiadores- ése fue el mismo momento en el que la humanidad se convertía en la que hoy conocemos. Los cereales y los productos manufacturados, finalmente, serían los culpables de los males de alimentación de los últimos diez mil años.
Al lado de esta "dieta paleolítica", cualquier cocina "natural" es una sofisticación. Sus predicadores quieren recuperar ese (ilusorio) paraíso de salud en el que vivíamos.
¿Volver a la naturaleza? Es imposible: somos humanos. Convertimos en humanidad todo lo que tocamos. Y lo hacemos desde que dejamos de vernos como animales.