Reseña: La gloria, de Javier Torre
“El cine es provocar y volver a provocar y otra vez provocar de nuevo”, dice el cineasta Leopoldo Torre Nilsson en La Gloria. La frase, una invocación a la libertad expresiva, podría definir el espíritu del libro del escritor y director de cine Javier Torre, que constituye una crónica novelada en la cual predominan los hechos reales sobre lo ficcionalizado.
Torre centra su narración en el Festival de Cannes de 1961 y va contando las enormes dificultades que tuvieron que atravesar su padre y Luis Buñuel para poder exhibir La mano en la trampa (Premio Internacional de la Crítica) y Viridiana (Palma de Oro), respectivamente, en el festival.
Ambas películas llegaron “apátridas”. En la Argentina, el filme de Torre Nilsson no había sido seleccionado para representar al país porque “no reunía los valores necesarios”. Sin embargo, con el apoyo incondicional de su mujer y socia creativa, la escritora Beatriz Guido –autora de la novela homónima en la que se basó la película–, “Babsy” consiguió que La mano en la trampa fuera admitida en el festival. Juntos rescataron una copia del sótano inundado del Laboratorio Alex y lograron financiar el viaje a Cannes.
En España, adonde había vuelto después de veinticuatro años de exilio para filmar Viridiana, Buñuel debió sortear el acoso de la censura durante todo el rodaje, y cuando Franco prohibió su exhibición y ordenó que incineraran el film, se gestó una operación digna de un thriller de espionaje para sacar un negativo a Francia.
El marco histórico de La Gloria se enriquece con anécdotas, diálogos verosímiles y sugestivos perfiles de sus protagonistas. De Torre Nilsson se destaca su pasión por el juego y se registra su inolvidable aventura en el casino de Montecarlo. También suma a Paco Rabal (que actuó en Viridiana y La mano en la trampa), a Elsa Daniel, Leonardo Favio, el historiador y crítico de cine Georges Sadoul, y muchas otras figuras.
Javier Torre trasciende el plano informativo gracias a un estilo que seduce con inteligencia y emoción. Nunca abandona la tercera persona en su relato, incluso cuando intervienen sus recuerdos personales al rememorar la relación con su padre (ya separado de su madre) o la experiencia de ser considerado el hijo de un “blasfemo”, “comunista” y “pornógrafo” por las autoridades del Colegio Manuel Belgrano.
Este antagonismo entre las fuerzas del arte y los sectores ultraconservadores del catolicismo delinea una trama secundaria liderada por el siniestro Marcial Maciel (fundador de los Legionarios de Cristo y de Regnum Christi) y refleja la batalla cultural que se libraba a comienzos de una de las décadas de mayor fulguración creativa del siglo veinte.
La gloria
Por Javier Torre
Corregidor
238 páginas. $926