Tres versiones de Judas
Dada la noticia publicada en La Nación según la cual el historiador Walter Brandmueller presentaría el acto de Judas como una "realización de su rol en el plan de Dios", es oportuno recordar el cuento "Tres versiones de Judas" que Jorge Luis Borges publicó en 1944.
Cuenta Borges que Nils Runeberg intentó descifrar el misterio de Judas Iscariote según tres versiones. Primera versión: la traición fue un hecho prefijado y necesario "que tiene su lugar misterioso en la economía de la redención". Judas habría sido el único apóstol que intuyó el propósito de Jesús.
Segunda versión: Jesús no necesitaba de un hombre para redimir a todos los hombres. Judas, por ser uno de los apóstoles elegido por Jesús, merece de nosotros la mejor interpretación de sus actos. Así, el móvil de su crimen no habría sido la codicia sino un "ilimitado ascetismo". Para mayor gloria de Dios, habría mortificado su espíritu renunciando al reino de los cielos. "Se creyó indigno de ser bueno".
Tercera versión: Dios se rebajó a ser hombre para redención del género humano. Para salvarnos pudo elegir cualquier destino, y eligió un ínfimo destino: fue Judas. Borges no escribió un ensayo. Solo escribió en un cuento hace más de sesenta años lo que hoy se debate en el Vaticano. Bueno es recordarlo.