Una excelente relación bilateral
Un 25 de agosto de 1825, la Declaratoria de la Independencia en la Piedra Alta de la Florida marcaba un hito histórico del largo proceso libertario. Un puñado de patriotas ayudados por criollos porteños partieron de esta banda para clavar en la Agraciada la bandera de Libertad o Muerte. Cinco años después, un 18 de Julio se juraba la primera Constitución Nacional de Uruguay. Como bien se sabe, no se configuraba el proyecto artiguista. Diez años antes el Protector de los Pueblos Libres, quien en 1811 había iniciado el camino con su victoria sobre fuerzas realistas, derrotado y traicionado se exiliaba en tierra paraguaya. Lo importante es que más o menos en simultáneo con los pueblos hermanos, Uruguay alcanzaba el ideal supremo de Libertad continuando institucionalmente la construcción de la identidad oriental, republicana y soberana.
La nueva celebración de esta fecha nos encuentra en uno de los mejores momentos de las relaciones bilaterales. El pasado 19 de Junio, onomástico de nuestro prócer, se inauguró la nueva sede de la embajada y consulado en la Argentina -en la proa de las calles Arenales y Uruguay de Buenos Aires-, con la presencia de los dos presidentes y sus cancilleres. No representó solo un evento de formalidad diplomática; expresó este momento de encuentro en coincidencias en todo lo común, traducidas en una agenda positiva y en la reiterada voluntad política de avanzar hacia el futuro, en ayuno de protocolo que deje paso a la realidad de los hechos para honrar los objetivos fundacionales del Mercosur. Herramienta que sigue vigente y requiere honestidad autocrítica con nuestras propias deudas y un vigoroso impulso para abrirnos juntos al mundo como región y continente.
Sin lugar para los "caminos solos", el desafío está en lograr competitividad, asociacionismo, complementación en cadenas productivas de bienes y servicios; en el marco de una solidaridad fraterna pero también de intereses frente a los nuevos paradigmas comerciales y políticos. Energía, infraestructura, cooperación estrecha en el combate al narcotráfico y otros delitos dominan la preocupación de la agenda binacional que, promovida por los cancilleres, progresa con hechos trascendentes. La Comisión bilateral de Comercio se reunió tras siete años y, son pocos los temas pendientes, como las autopartes y la Tasa Consular, que igual avanzan con probada voluntad de superación. El dragado del Martín García y otros canales para la navegabilidad de nuestros ríos; el monitoreo ambiental que debe aún incrementarse. La nueva etapa del Comité Intergubernamental de la Cuenca del Plata, la Hidrovía Paraná-Paraguay y la del Río Uruguay, proyectos de positiva descentralización. El regreso de la CoDeFro; las positivas reuniones de políticas fronterizas litoraleñas y los programas productivos y socioculturales para las comunidades regionales.
Se trata de no desperdiciar este tiempo de encuentros que nunca debieron abandonarse. Desde la PPT del Mercosur el presidente Tabaré Vázquez impulsa personalmente los acercamientos con la Alianza para el Pacífico y las más cercanas posibilidades de alcanzar al fin tratados con la Unión Europea. Respetuosos como corresponde de los procesos internos, sobre los que reiteramos el deseo de superación de dificultades para el bien y calidad de vida de nuestros pueblos y la eliminación de las brechas que nos duelen. El mismo día de 2019 tendremos elecciones nacionales y los pueblos soberanos decidirán con libertad, ese valor compartido de la democracia que tanto costó conquistar.
Embajador de la República Oriental del Uruguay en Argentina
Héctor Lescano