Zelensky: la imagen, su arma más poderosa
En los últimos 8 años, Zelensky pasó de ser un actor que fundó una compañía productora de películas y de representar el papel de presidente de Ucrania a candidatearse realmente a este puesto y obtener la presidencia; camino que luego, lamentablemente, lo ha llevado a ejercer este rol en uno de los escenarios más difíciles, una guerra.
Hasta el 23 de febrero de 2022 veíamos un jefe de estado formal, con un discurso diplomático que transmitía un mensaje de paz entre diversos líderes, evitando, a través del uso de la palabra, que la situación escale a un conflicto de guerra. Exactamente un día después, Zelensky tuvo que -literalmente- dejar el traje presidencial para elegir lo que sería su vestimenta de guerra, por tiempo indefinido.
Evidentemente su experiencia como actor y productor le ha enseñado que no hay nada más importante que una imagen bien construida, ya que focaliza la atención en donde se desea. Eso mismo lo ha demostrado desde que el país entró en guerra: cada mensaje escrito y filmación - que simulaba ser un cortometraje de película-, en medio de una situación vulnerable, era perfectamente pensado y diseñado para lograr el impacto necesario en el mundo y que se dimensione la escala del conflicto.
A su vez, un detalle no menor en su estrategia de comunicación e imagen política fue la elección de la vestimenta que utilizó al reunirse con otros líderes mundiales, con su ejército y su pueblo mientras dirigía la lucha contra Rusia. Lo que escogemos vestir refleja nuestras ideas, nos representa y refleja nuestras emociones y propósitos. En el caso de Volodimir Zelensky, su elección fue utilizar remeras de algodón y pantalones cargos, todos en un color unificado: el verde. Este color hace alusión al uniforme militar de su ejército, pero además, según diversos estudios, el verde se percibe alrededor del mundo como un símbolo de esperanza y seguridad. Se lo empezó a usar en el ámbito militar a principios del siglo XX, con el objetivo de confundir al enemigo mediante el camuflaje en lugar de impresionarlo con sus uniformes. Así es como gradualmente pasó a ser el color oficial de los militares en la gran mayoría de los países del mundo, dejando los azules, grises y colorados de lado.
¿Qué nos está queriendo decir con esta elección? Que él es uno más de sus soldados, no luchando con armas en el campo de batallas, pero buscando aliados para fortalecer su nación y buscando ayuda para su pueblo. Su postura corporal, sin perder la formalidad y el respeto del cargo que ocupa, demuestra que está preparado para luchar y en modo supervivencia. Contrariamente a las imágenes que han circulado del presidente de Rusia, a quien hemos visto en su traje tradicional, con la formalidad que lo representa y realizando discursos determinantes, pero como si fuese un día más en la oficina del Kremlin.
La imagen del presidente Zelensky llegó a su punto máximo al concitar la atención mundial cuando realizó su primer viaje de estado “sorpresa” a los Estados Unidos y se dirigió a una sesión conjunta del Congreso en el Capitolio vistiendo un suéter verde oliva, con el pequeño tridente ucraniano bordado en el cuello, pantalones cargo y botas, demostrando las dos realidades de sus países. Lo hizo nada menos que en un sitio de los más formales de Estados Unidos, donde en un mar de trajes oscuros azules se destacó su figura junto a la bandera ucraniana. “Nadie se ha dirigido al Congreso de los Estados Unidos con un suéter en toda la historia”, se burló Tucker Carlson en Fox News. Por su parte, Peter Schiff comentó en Twitter: “Entiendo que los tiempos son difíciles, pero ¿el presidente de #Ucrania no tiene un traje?”.
Este detalle puede parecer de poca importancia, o se podría tomar como otro ejemplo del estilo político casual, como las mangas de las camisas arremangadas de Barack Obama o las remeras de algodón en diversas figuras políticas argentinas. Pero el hecho que él haya decidido continuar presentándose de esa manera es una decisión estratégica para una era que consume imágenes todo el día, mostrando a los distintos rincones del mundo, específicamente al Kremlin, que él no está allí como un líder soberano visitando a distintos pares globales, sino como un líder soberano convertido en soldado, símbolo constante y vivo de una batalla en curso, sin importar el nivel de formalidad de las circunstancias que lo rodean.
La historia nos ha demostrado que muchos de los líderes más importantes de la historia mundial han entendido que lo que eligen vestir habla por ellos y es una extensión del mensaje, de la imagen y de lo que quieren comunicar políticamente. En muchas oportunidades, esto es más poderoso que cualquier discurso. Hoy, el uniforme de Zelensky se convirtió en uno de los uniformes políticos más célebres de la historia.
Cuando Zelensky asumió no era poca la expectativa mundial por ver como el actor y productor, egresado en derecho, iba a desenvolverse en el cargo más importante de su país. Y si hay algo que nos ha demostrado es que no solo es un presidente, si no justamente un líder.
Especialista en protocolo internacional e imagen pública