El aceite como antiinflamatorio
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En un post anterior hablé sobre los beneficios de la dieta mediterránea y el uso de aceite de oliva extra virgen. Desde entonces le presto mucha atención a la calidad del aceite que consumo, ya que entiendo que es un detalle importante y prefiero no ponerle ninguno si sé que no es bueno. ¿Cuáles son los mejores? Los que tienen menos procesos, los de primera prensada o extracción en frío, que conservan todas las características biológicas de la aceituna.
El otro día leía una informe acerca de nuevos estudios que permiten establecer la relación entre el consumo de Aceite de Oliva Extra Virgen y la disminución en la tasa de desarrollo de enfermedades inflamatorias crónicas. Consumir estos ácidos, los monoinsaturados, y no los hidrogenados trans o los ácidos grasos saturados, además hacer bien porque sus antioxidantes retrasan el envejecimiento, tienen una molécula (oleocanthal), que funciona de una forma parecida a los antiinflamatorios como el ibuprofeno. Esta molécula es la misma que genera una sensación de irritación en la cavidad bucal si tomamos el aceite puro, y es capaz de inhibir la actividad de las enzimas COX-1 y COX-2, en la que se basa la acción de los medicamentos antiinflamatorios y los analgésicos.
La investigación la desarrolló el Dr Gary Beuchamp, investigador del Monell Chemical Sense Center de Filadelfia, que tiene gran cantidad de material publicado.
Según el mismo estudio, es variable la cantidad del compuesto fenólico según la variedad de aceituna del que provenga, la zona de cultivo, el momento de cosecha y la calidad del aceite, determinado por los tiempos, temperaturas y condiciones de extracción. Si la calidad del aceite es mejor, habrá más presencia de Oleocanthal. También se investiga su acción en enfermedades crónicas como el cáncer o el Alzheimer. Por supuesto, no se trata de una cura milagrosa, 50 gramos de aceite de oliva virgen extra, corresponden a una dosis de nueve miligramos de ibuprofeno. Pero incorporar a la dieta el aceite como hábito puede beneficiarnos a largo plazo.
Una buena opción dentro de la Dieta Mediterránea, es darle prioridad a las frutas, verduras, legumbres y frutos secos. También dentro de la dieta se suelen consumir frutos del mar, pero yo paso. Prefiero proponerles para hoy, una receta muy rica, simple y sin pescado:
Salsa de brócoli a la nuez
(para cuatro porciones)
Ingredientes:
500 g de brócoli
100 g de nueces troceadas
30 ml de aceite de oliva virgen extra
Sal y curry en polvo al gusto
Preparación:
Limpiar el brócoli con agua, dejar escurrir y cortarlo finito.
Poner el aceite en una sartén y ésta al fuego, cuando el aceite esté caliente añadir el brócoli, saltearlo removiendo constantemente para que no se queme durante cinco minutos.
Agregar las nueces, sal y curry, remover unos minutos más y apagar el fuego.
Esta preparación sirve para acompañar pastas, arroz o para untar en el pan. A mí me encanta el brócoli, me acuerdo que de chica no me gustaba para nada, hasta que hace pocos años aprendí a apreciarlo mejor.
¡Espero que les guste!

Me pueden escribir a kariuenverde@gmail.com
Abrazos
Kariu








