El cabaret de Gaultier

A veces me preguntan cuál fue el mejor desfile que hice y, recién después de diez años de carrera y decenas de desfiles caminados, creo tener la respuesta sin dudarlo: el show que Gaultier hizo el sábado pasado en París para presentar su colección primavera-verano ‘13-‘14. Fue el más divertido, libre y creativo de todos, para el que las y los modelos tuvimos que ensayar y prepararnos como para una obra de teatro durante algunos días. No sabíamos muy bien a qué nos enfrentábamos, porque este hombre siempre se las ingenia para preservar el misterio hasta último momento.

Gaultier planteó sobre la pasarela el clima de un cabaret antiguo, artístico y con mucha actuación. Más que de provocación erótica, era de gracia y despliegue plástico. Algunos teníamos que bailar, otros interpretar un papel determinado o hacer un striptease, pero como nos saliera según la personalidad y las formas de cada una. La idea era que cada participante lo hiciera con originalidad aunque con una música y un tiempo determinados. La soltura con que trabajamos esta vez fue enorme, incluso a cara lavada y con nuestros peinados habituales. Los trajes eran sensuales, con mucho cuero y tajos profundos: los protagonistas de la tarde.

Otro detalle interesante es que había un jurado, también arriba de la pasarela, formado por amigos famosos de Jean Paul. Ellos iban puntuando el desempeño nuestro pero no sólo con números si no también con frases y palabras. A mí me tocó hacer un mini sexy dance y confieso que me encantó porque todos estábamos divertidos, pero a la vez sabiendo que el objetivo era mostrar el arte en las prendas de Gaultier. Rossy de Palma volvió a cautivarme con su simpatía e inteligencia, es una mujer de otro planeta, que te hace llorar de la risa con su humor.

La crítica del desfile fue buena y rescató un espíritu muy vivo en esta colección, al margen de lo bien que la pasamos todos y de la soltura con que se vio a la modelos, habituadas a sólo tener que caminar rectas por la pasarela. La gente no paraba de aplaudir ni de unirse a las actuaciones con aullidos y silbidos. Fue una gran puesta, memorable y entrañable, como es Gaultier.

Les dejo una galería de imágenes de lo que fueron el desfile, el backstage y los ensayos:

LA NACION

• Blog de Milagros Schmoll

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