La valija que viene del futuro
Un grupo de argentinos presentó una maleta inteligente, con una microcomputadora, GPS y cargador de batería que se controla con el celular
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Unos amigos argentinos en una charla de café coincidieron en que estaban hartos de tener problemas con la valija y que incluso sea motivo de que se arruine un viaje: pérdidas de las aerolíneas, roturas, olvidos y demás percances. Así que decidieron inventar una valija inteligente, casi un asistente de viaje más que una maleta, que lanzaron a la venta el lunes último en Indiegogo, una plataforma de financiamiento colectivo para comprar la valija por adelantado y ayudar a costear el proyecto. Aunque -claro está- no son para nada amateurs, como muchos otros vendedores de estos sitios de crowdfunding. Presentaron la valija con una gran campaña, videos, fotos y demás, como cualquier otra empresa top del rubro.
La Bluesmart, como la bautizaron, es un modelo carry on, con las medidas indicadas para subirla al avión y una largar lista de innovaciones tecnológicas para pasajeros ultra techies.
La valija puede ser controlada a través del celular con una app, el usuario puede cerrar y abrir el candado remotamente, conocer el peso de la maleta, traquear la ubicación si la despacha y recibir notificaciones y reportes sobre el viaje.
Y como diferencial, que no tienen otros prototipos, permite recargar el celular gracias a una batería interna (que también se carga con el cable del celular) y además tiene una microcomputadora, un GPS y diversos sensores que se comunican vía Bluetooth con el celular e Internet.
La valija, la primera de este tipo que se pone en venta, parece ser un éxito y sale como pan caliente: "No lo podemos creer. A las dos horas de haber abierto la venta ya habíamos cumplido el objetivo de llegar a los 50.000 dólares, y yo tenía miedo que nadie la comprara", cuenta entusiasmado Alejo Verlini, uno de los cuatros amigos argentinos desde Nueva York (el resto del equipo lo integran Martín Diz, Diego Saez-Gil y Tomi Pierucci), donde presentaron la valija el lunes último, después de un año de trabajo.
En unos pocos días el monto creció rápidamente: al cierre de esta edición ya habían recaudado cerca de 350.00 dólares, dato que se puede seguir desde la plataforma de Indiegogo.
Compañera de ruta
"Para nosotros la valija tiene vida. Deja de ser el objeto transportador para convertirse en una suerte de asistente de viaje. La idea es conectarla con otras aplicaciones, que te recomiende qué ponerte porque sabe el clima del destino al que vas; te avisa si te la estás olvidando en algún lado y si te alejás se cierra sola; si estás cerca se abre para vos", enumera este joven de 29 años.
Y lo que destaca Verlini es el sistema de Big Data: "Lo que no tiene ninguna otra valija es inteligencia. Por ejemplo, a través de comportamientos de otros viajeros podemos decirle al dueño dónde se suelen olvidar las valijas y cuántas millas recorrió, entre muchas otras cosas".
La particularidad de este grupo de emprendedores es que vive repartido entre la Argentina, Nueva York y Hong Kong, y la instancia creativa tiene en su haber horas y horas de encuentros virtuales en Skype.
Incluso en esas citas de brainstorming a la distancia, los creativos llegaron a pensar en que la valija planchara el traje, pero lo descartaron porque la plancha sería muy pesada.
Verlini siempre soñó con innovar, con crear algo diferente desde que estudiaba diseño industrial: "Siempre me gustó la tecnología -recuerda-, más que nada la invención, crear, buscar lo nuevo, que rompiera paradigmas".
Por ahora la valija sólo se puede comprar en la sección de tecnología de indiegogo.com a 235 dólares (más 40 por el envío) y la promesa de entrega es en agosto del año próximo. La venta finaliza el 24 de noviembre. Como compra al pozo tiene sus ventajas: estiman que el precio será de alrededor de 450 dólares. Aunque es probable que más adelante se comercialice en tiendas de equipajes y en aeropuertos.
Hasta el momento ofrecen un solo modelo, pero si las ventas siguen creciendo no descartan hacer versiones de otros colores para poder elegir. Incluso planean ampliar la producción con otros objetos que sean inteligentes y que estén relacionados con los viajes: "Pueden ser cosas de movilidad, accesorios, otro tipo de bolsos y equipaje, y abrigos. Hasta se podría usar materiales inteligentes, que todavía no están tan desarrollados. Por ejemplo me gustaría desarrollar un sistema para que el teléfono avise si me olvido algo en el hotel, algo que no tiene nombre porque no existe. Que el teléfono te diga lo que está en la valija y lo que falta porque cada cosa tendría un mini tag".
Aunque es un invento argentino, la etiqueta dirá Made in China. El equipo se instalará una temporada en el gigante asiático para la fabricación de la valija y así poder llegar a tiempo con el aluvión de pedidos.
La carry-on patineta y otros hits
Olaf, en este caso, no es inteligente, sino rápida. Es una valija que trae incorporada una patineta para desplazarse con velocidad por los aeropuertos y que puede cargar hasta 100 kilos.
Cuenta con una manija para agarrase y freno trasero para hacer las paradas más fáciles. Se comercializa en la plataforma Kickstarter. También disponible una mochila-patineta para moverse por la ciudad.
Por ahora un prototipo que no está a la venta, Bag2Go es otra valija inteligente que fue presentada el año último por Airbus, desarrollada junto con el operador de telefonía móvil T-Mobile, Rimowa y Design Q. Con un receptor GPS, mediante sensores y una aplicación para iPhone podrá decir a su dueño si excede el peso permitido por la aerolínea o si fue abierta y manipulada después del embarque en un aeropuerto.
Cuenta también con tecnología RFID, que permite a una etiqueta puesta en la valija –en la cual están montados un microchip y una memoria– intercambiar informaciones con otro sistema que tenga un lector.
Hop! también es otra valija prototipo que se presentó en un concurso de inventos y que camina, como un perrito, al lado de su dueño.
Creada por el diseñador español Rodrigo García, tiene localizado, en tres puntos estratégicos en su interior, sensores que reciben señales Bluetooth del teléfono inteligente del usuario.
El microcontrolador activa unas pequeñas ruedas tipo oruga, que funcionan con aire comprimido, para que la maleta se acerque a su dueño y se mantenga a una distancia constante.
En caso de que la señal se pierda, el teléfono inteligente alertará al usuario con una vibración y la maleta inteligente bloqueará su apertura.
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