Coronavirus: aumentaron un 17% las infracciones a la cuarentena en la segunda semana de aislamiento obligatorio

En lugar de bajar, el número de infracciones contra el aislamiento social, preventivo y obligatorio creció un 17% en la segunda semana de la cuarentena por el coronavirus decretada por el Gobierno. La suba se dio en paralelo con un aumento en la cantidad y la severidad de los controles, así como por los feriados incluidos en la primera semana de cuarentena.

En los primeros 15 días de la cuarentena se abrieron en todo el país 23.445 causas penales cuando las fuerzas de seguridad federales encontraron personas circulando sin autorización. Según los números oficiales del Ministerio de Seguridad, relevados para LA NACION, entre el 28 de marzo y el 3 de abril hubo 3385 infracciones más que entre el 20 y el 27 de marzo.

De acuerdo a los datos oficiales, en la primera semana de cuarentena, entre el 20 y el 27 de marzo, las fuerzas federales labraron infracciones a 9960 personas en todo el país, lo que incluye los 128 pasos fronterizos, autopistas, rutas nacionales y egresos e ingresos a la ciudad de Buenos Aires. En la segunda semana hubo 13.345 personas infraccionadas. Los casos de violaciones a la cuarentena aumentaron un 17 por ciento.

Cada vez que un gendarme o un agente de la Policía Federal, la Prefectura o la Policía de Seguridad Aeroportuaria comprobaba que una persona estaba violando la cuarentena sin autorización, le daba intervención a juez federal. El magistrado, a su vez, disponía acompañar al infractor a su casa, ponerle una consigna policial, hacerle una visita sorpresa para corroborar que permanecía allí o directamente disponer su arresto domiciliario en caso de que se trate, por ejemplo, de un reincidente o de alguien con síntomas que adrede había salido a la calle a contagiar a los demás.

Delitos penales graves

Los delitos por los que son acusadas estas personas pueden ir desde la resistencia a la autoridad a la violación de dos artículos del Código Penal: el 205, que castiga con hasta dos años de prisión al que viole las medidas de seguridad impuestas para impedir que se propague una pandemia; o el 202, que dispone hasta 15 años de prisión al que de manera negligente y a sabiendas contagie una enfermedad peligrosa y contagiosa.

El incremento de infracciones de una semana a la otra se puede explicar por varias razones. La primera tentación es adjudicárselo al gen rebelde del argentino, pero hay otros motivos.

Por caso, el aislamiento social, preventivo y obligatorio fue anunciado sobre el fin de semana largo del 24 de marzo y, durante los primeros días, las fuerzas de seguridad tenían instrucciones de hacer una concientización y comunicar los alcances de la cuarentena.

Los procedimientos se incrementaron entre la primera y la segunda semana y se pusieron más rigurosos en todo el país. En los primeros siete días hubo 373.824 personas controladas en todo el territorio, mientras que en la segunda semana hubo 481.317 personas controladas. Los procedimientos crecieron un 12%. Pero las violaciones a la cuarentena aumentaron más: un 17%.

En esos días se reforzaron los controles con la gente que venía de la costa, tras el fin de semana largo. Hubo colas de hasta 13 kilómetros en las autopistas. La Justicia también se puso más rígida y los jueces federales cambiaron el "siga, siga" del principio por la apertura de una causa judicial que puede tener consecuencias penales y económicas sobre el acusado.

Menos controles vehiculares

Una situación curiosa se dio con los vehículos controlados. Ahí ocurrió lo inverso. En la segunda semana hubo menos controles de vehículos, pero también circularon menos autos. La gente comenzó a advertir que si salía con el auto sin justificación no solo iba a tener un acta y una causa, sino que su auto iba a ser secuestrado. Por eso evitaban salir manejando.

En la primera semana se secuestraron 1193 vehículos, mientras que en la segunda fueron 579. Un 32% menos. Se dispusieron controles en los accesos a la ciudad de Buenos Aires, en las rutas nacionales y dispositivos móviles para que los automovilistas, advertidos por las aplicaciones de tránsito de la existencia de un retén policial, no logren evitarlo.

Estas cifras nacionales tienen su correlato en la Ciudad de Buenos Aires. Entre el 16 y el 22 de marzo se recibieron 6518 denuncias de violaciones a la cuarentena a través de la línea 147, mientras que en la semana siguiente hubo 4206 denuncias y en los cinco días posteriores apenas 1239.

El día pico de denuncias fue el 20 de marzo, con 1146, y la menor cantidad se dio el 28, con 135. Así lo informaron fuentes del gobierno porteño a LA NACION.

Una vez recibida la denuncia en la línea 147, el gobierno porteño remite la información a la Subsecretaría de Justicia y esta interactúa con el Poder Judicial de la Nación y la Procuración General de Nación.

Los fiscales hacen una investigación preliminar pidiendo informes a la Dirección General de Migraciones para saber si las personas denunciadas estuvieron en el exterior en las últimas semanas. Si se verifican una entrada o salida del país sospechosa se constata el domicilio del infractor y se le hace saber que debe cumplir la cuarentena. Si la incumple, se abre una causa federal.

Desde hackers a pescadores

En el marco de la pandemia, los fiscales federales de todo el país se enfrentaron así a las situaciones más dispares. Fuentes de la Procuración General de la Nación explicaron que no solo actuaron frente a violaciones a la cuarentena sino que, por citar algunos ejemplos, lidiaron con casos de falsos gestores que cobraban para el trámite de subsidio gratuito de la Anses, con hackers que saturaron la página del Boletín Oficial o distribuyeron decretos falsos, así como quienes incitaron a cometer saqueos a comercios.

En Corrientes, el fiscal federal de Goya Mariano de Guzmán investigó a un guía de pesca que recibió a 12 brasileños que habían ingresado al país antes de la prohibición. Los sorprendió pescando en islas del Paraná, los mando retener y previo optar hacer la cuarentena en Argentina y tras ser revisados por los médicos del hospital regional, las fuerzas federales los escoltaron hasta al paso fronterizo de Paso de los Libres. Los cinco argentinos que estuvieron en contacto con ellos quedaron aislados.