
Caso Cuadernos: tras el parate de la audiencia pasada, se aligera la marcha del juicio con detalles de las presuntas coimas
Luego de haber destinado casi la totalidad de la última sesión a un planteo de De Vido, el caso más grande de corrupción sigue con menos formalismos y se en avanza la lectura de la acusación contra los imputados
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Después de la frustrada sesión del martes, en la que el exministro Julio De Vido presentó un recurso y frenó la marcha del juicio por los Cuadernos de las Coimas, el debate oral del caso se reanudó este jueves con la audiencia más larga realizada hasta la fecha, que arrancó puntual y con un menor número de actos introductorios.
A lo largo de casi toda la jornada, el mecanismo de intercambio de coimas por la adjudicación de obra pública se alumbró desde la óptica acusatoria de la Unidad de Información Financiera (UIF), que es querellante en el expediente.
En su requerimiento de elevación a juicio, del año 2019, el organismo antilavado habló de un sistema “permanente, dinámico y aceitado” de coimas, que fue liderado por Néstor Carlos Kirchner y Cristina Elisabeth Fernández, entre 2003 y 2015.
“El dinero era entregado alternativamente a los titulares del Poder Ejecutivo Nacional o sus secretarios privados en Uruguay 1306, esquina Juncal 1411 [...] en la Residencia de Olivos y en la Casa de Gobierno, y parte de este dinero fue redistribuido″, se leyó hoy en la audiencia, que se extendió por casi 7 horas.
Se repasaron los aportes de empresarios, con los detalles de la maniobra de recaudación. “Baratta me llamaba antes al celular -relató el empresario Rubén Valenti-, me preguntaba si estaba la plata y combinábamos una reunión en el Hotel”.
“Algunos fueron a la noche, otras a la tardecita, era en distintos horarios -describió. No recuerdo bien. También tuve reuniones exclusivas de trabajo con Baratta en el Hotel. No tengo claro cuántos pagos fueron, fueron fraccionados, pienso que lo máximo fueron 200 mil dólares por cada oportunidad”.
En la lectura del requerimiento de la UIF, liderada en aquel tiempo por Mariano Federici y María Eugenia Talerico, se tocó tangencialmente otra causa que investiga el lavado de dinero de alrededor de 70 millones de dólares por parte del exsecretario fallecido de la familia Kirchner, Daniel Muñoz.
“La prueba más contundente de la existencia indubitable de la asociación ilícita y la ejecución concreta de sus planes delictivos de cohecho es la existencia de los fondos que son consecuencia de los mismos, y eso se encuentra acreditado cabalmente en la causa Muñoz”, se leyó, en referencia a los 70 millones de dólares que Muñoz y su pareja, Carolina Pochetti, habrían administrado a través de una estructura societaria en el exterior.

“Constituyeron o adquirieron en Estados Unidos y las Islas Vírgenes Británicas al menos doce sociedades, que fueron puestas a nombre y en administración del matrimonio de Sergio Esteban Todisco y Elizabeth María Herminia Ortiz Municoy, siendo sus verdaderos dueños Pochetti y el fallecido Héctor Daniel Muñoz”, dice el requerimiento de la UIF.
También se concluyó con la lectura de la acusación fiscal en una de las tres causas principales. En ese tramo del juicio, del empresariado forman parte Hugo Dragonetti, Alberto Taselli (Faraday) y Jorge Mauricio Balan (Industrias Juan F. Secco), y por el lado de los funcionarios, Baratta, mano derecha de De Vido, señalado como el principal recaudador, y su secretario, Nelson Lazarte, quienes, solo en este segmento de la maniobra, habrían cobrado un estimativo de cinco millones de dólares y 20 millones de pesos.
Una pequeña modificación aligeró el inicio de la audiencia de este jueves: se evitó constatar la presencia de todos los imputados y sus respectivos abogados, un trámite que suele ocupar los primeros diez minutos de audiencia, y, en cambio, se leyeron solo los nombres de aquellos imputados que por cuestiones médicas no formarían parte de la sesión, que al igual que las anteriores, se desarrolla de forma virtual. Con el mismo fin, también hubo omisiones en la lectura del requerimiento de la UIF.
Como parte de la acusación fiscal, fueron leídos algunos extractos de los cuadernos en los que el chofer Oscar Centeno detalló pagos, encuentros, montos, lugares y horarios.
En una anotación de junio de 2015, Centeno incluyó un estimativo de todo lo recaudado por Baratta.
“11:04, lo llevé a Nelson al Hotel Panamericano C. Pellegrini 551, retiró US$200.000 y se lo llevamos al Lic. Baratta, que estaba en la habitación 183 VIP, con su hijo internado, luego más tarde lo llevé a su dpto. y el Lic. se llevó el dinero, estamos asombrados con Nelson lo que va acumulando e hicimos los cálculos, llevará contabilizando en toda su gestión un promedio de US$15.000.000 y $10.000.000″.
En otro escrito, correspondiente a septiembre del mismo año, Centeno anotó: “15:50. Lo llevé a Nelson [Lazarte] al Hotel Panamericano, donde ingresó a retirar dinero con un bolso negro de siempre. A los 20 salió y me dijo que retiró US$1.200.000 y lo llevé al Ministerio de Planificación y se lo entregó al Lic. Baratta en su oficina”.
Audiencia frustrada
El martes, los jueces del Tribunal Oral Federal N°7 destinaron casi la totalidad de la sexta audiencia a la resolución de un planteo de recusación en su contra presentado al comienzo de la jornada por el exministro De Vido, señalado como una pieza central en el mecanismo de recaudación ilegal.
Los magistrados rechazaron in limine la presentación de De Vido -es decir, sin tratarla-, pero luego de una deliberación que se extendió por casi cuatro horas, tiempo en el que estaba previsto avanzar con la lectura del requerimiento de elevación de la tercera de las seis causas en juicio oral.



