Convocarán a licitación pública para instrumentar la boleta electrónica en las elecciones porteñas

En los próximos días, el Instituto de Gestión Electoral porteño (IGE) llamará a licitación pública para que en la ciudad de Buenos Aires las elecciones primarias y generales se realicen por medio de una boleta única de modalidad electrónica. Si bien las autoridades del organismo aseveran que de aquí al 13 de agosto –fecha de las primarias- habrá suficiente tiempo para llevar adelante el proceso, algunas voces críticas mantienen sus dudas.

La decisión de avanzar con una modalidad electrónica de votación va de la mano con el anuncio que hizo la semana pasada el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de convocar a elecciones concurrentes en la ciudad; esto implica que las elecciones nacionales y porteñas se realizarán el mismo día, aunque con dos instrumentos de votación distintos: las primeras con la tradicional boleta partidaria y las segundas con una versión electrónica.

El Código Electoral porteño es muy estricto: en su artículo 126 establece que el IGE deberá aprobar el sistema electrónico que se utilice en la elección con al menos 50 días de anticipación al día de los comicios. Dicha aprobación debe incluir los resultados de las auditorías efectuadas sobre dichos sistemas. En buen romance, en los próximos dos meses el IGE deberá elaborar los pliegos, llamar a licitación pública, seleccionar la empresa proveedora del servicio y, trascartón, encarar todo el proceso de auditoría y certificación de tecnologías para presentar la documentación en tiempo y forma.

¿Podrá el IGE llevar adelante semejante tarea en solo un par de meses cuando se trata de un organismo recién creado, sin estructura y cuyo titular –Ezio Emiliozzi- aún no fue confirmado por el voto mayoritario de la Legislatura? Está claro que no. Aquí empiezan las críticas. Según su ley de creación, el IGE debe ser un organismo autárquico y autónomo del gobierno de la ciudad. Sin embargo, en los hechos todavía no lo es. Con las elecciones encima, está claro que el que llevará adelante el proceso electoral serán los equipos técnicos del gobierno porteño.

“Desde el IGE son confiados en que, “salvo imponderables”, se llegará a tiempo y sin mayores dificultades a la elección con la tecnología aprobada. “Nosotros ya estamos preparando los pliegos para la licitación; no habrá ninguna contratación privada como algunos especularon”, indican desde el organismo.

Expertos en cuestiones electorales son escépticos. “No cuestiono que se instrumente un mecanismo de emisión electrónica del voto; es perfectamente legal –sostiene Daniel Zovatto, Director Regional de IDEA Internacional para América Latina y el Caribe-. Aun cuando ésta fuera una decisión autónoma del IGE –cosa que dudo, porque actuó en sintonía con lo que anunció Larreta-, ¿están dadas las garantías y los controles necesarios para un proceso de licitación amplio y transparente y que no termine en manos de las mismas empresas?”

Los detractores del voto electrónico –entre ellos el presidente del PJ porteño Mariano Recalde- están convencidos que la licitación estará dirigida a beneficiar a la empresa MSA, la misma que hizo las elecciones con urna electrónica en la ciudad en 2015 y la que realizó los comicios ayer en Neuquén. Según trascendió, la firma le cobró $700 millones a la provincia para proveer el servicio.

“¿Qué necesidad hay de instrumentar un sistema que es excesivamente costoso cuando la boleta única de papel sería mucho más económico?”, se preguntan.

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