Pasaron cien días de mandato hasta que el presidente Fernando de la Rúa se decidió a aprobar una fotografía suya para convertirla en la imagen oficial que colgará en los despachos de sus funcionarios.
De la Rúa tardó dos días en dar el visto bueno a la fotografía de fondo celeste, el cuerpo erguido, el bastón presidencial aferrado con firmeza en la mano derecha, la banda celeste y blanca cruzándole el pecho, una sonrisa suave y ojos brillosos.
El fotógrafo fue Víctor Bugge y trabaja para la Presidencia.
Debió hacer varias tomas hasta dar con ésta, que le gustó a De la Rúa. El miércoles último envió la fotografía al despacho presidencial y esperó hasta que, anteayer, volvió con la aprobación definitiva.
El Presidente insistió en que debía vérselo contra un fondo celeste.
Hasta ahora, los despachos de los funcionarios tenían pelada la pared reservada a la foto oficial o, en algunos poquísimos casos, conservaban todavía la vieja fotografía del ex presidente Carlos Menem.
Menem cambió varias veces su pose y su peinado en las sucesivas fotografías que envió a los despachos oficiales durante su gestión.
Al interior
De la Rúa aprobó, además, otra toma en la que aparece sin banda en el pecho y al lado de una bandera argentina.
Copias de esa segunda imagen autografiadas por el Presidente serán enviadas en breve a las intendencias y comités de todo el país.
