El Gobierno cree que la carta de los senadores kirchneristas al FMI es “atendible, pero inoportuna”
"Desde aquella carta de Cristina se están diferenciando. Y esto va a seguir", reflexionaba un asiduo concurrente a Balcarce 50, con tono resignado. Desde el gobierno de Alberto Fernández se preocuparon por calificar de "atendibles" los reclamos que el bloque de senadores del Frente de Todos incluyó en su carta al FMI, con el que la Casa Rosada y el Ministerio de Economía trabajan por estas horas en un acuerdo de renegociación de la deuda.
Más allá de la intención por no azuzar el fuego interno con el bloque que encabeza la vicepresidenta Cristina Kirchner, desde el Gobierno señalan que "el momento elegido no fue el mejor", en coincidencia con las reuniones que el ministro de Economía, Martín Guzmán, y otros miembros del oficialismo han tenido y tendrán con la delegación del organismo.
"Ellos dicen lo mismo que Guzmán, que no podemos pagar la deuda a costa del hambre de los argentinos, pero el reclamo queda un poco descontextualizado", afirmó un funcionario cercano al Presidente. De todos modos, desde la Casa Rosada confiaron en que "la carta no empasta la negociación ni mucho menos, porque las charlas van por otros carriles". También señalaron que "en todos los países donde gobiernan coaliciones hay diferencias de opiniones y matices" en relación con las medidas económicas.
En su extensa carta al FMI, los senadores del bloque del Frente de Todos, que formalmente encabeza el formoseño José Mayans, culpan a la entidad por el préstamo "irresponsable" otorgado al gobierno de Cambiemos en 2018, le piden explicaciones por aquella ayuda y le solicitan al Fondo que se "abstenga de exigir o condicionar las políticas económicas de la Argentina para los próximos años".
En el oficialismo hasta ven con buenos ojos el pedido adicional de los senadores, consistente en una "reconsideración de los intereses" de la deuda, un "período de espera para comenzar los pagos anuales a partir de 2025" y "plazo de amortización en varias décadas" de los pagos. "Ojalá se pueda lograr todo eso", contestaron, concesivos, cerca del Presidente.
De todos modos, hay quienes desde el Gobierno ven una "continuidad" entre esta carta y la serie de tomas de posición de la vicepresidenta y sus soldados legislativos en temas sensibles, como el pliego de Daniel Rafecas como procurador. O, claro, la alusión a los "funcionarios que no funcionan", hecha por Cristina Kirchner en su misiva pública al Presidente, con quien la relación es "tensa, pero que nunca se va a romper", según dijo un intendente del conurbano cercano a la expresidenta.
"Ella tiene votos, por ende, los senadores también. Los están haciendo valer y no está mal", analizaron desde otro despacho clave de la Casa Rosada con intención de bajar el tono de la confrontación.
Lo que ni el Presidente ni sus colaboradores parecen dispuestos a aceptar es la acusación de que Guzmán encabeza una ola de "ajustes" (recortes del IFE y ATP, por caso) para contentar al organismo de crédito. "Eso no es cierto", afirmaron cerca del Presidente, e hicieron suyas las declaraciones de Santiago Cafiero, quien afirmó que "un gobierno que ajusta no puede ser un gobierno que está ampliando un millón de asignaciones universales por hijo ni un gobierno que presenta un concurso para 1200 científicos y científicas para el Conicet", según afirmó del jefe de Gabinete el sábado en el canal Telefe.
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