El Gobierno redactó un proyecto de reforma electoral que elimina las PASO, pero hay dudas sobre cuándo enviarlo al Congreso
La Casa Rosada confeccionó una nueva iniciativa para eliminar las primarias y para modificar el financiamiento de los partidos políticos; hay dudas sobre los tiempos, porque empeoraría el clima en Diputados
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Hay, por estas horas, un debate encendido en el seno de la cúpula del Gobierno. Javier Milei y su mesa chica quieren volver a la carga con parte de la reforma electoral que impulsan desde el día uno. En la Casa Rosada, según pudo reconstruir LA NACION, fue redactado un proyecto de ley nuevo para suspender las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del año próximo. La iniciativa también incluye una modificación del financiamiento electoral, la suspensión de la elección de miembros al Parlasur y cambios en el régimen de los partidos políticos. Es una jugada arriesgada y con pocas chances de éxito al filo del cierre de las sesiones ordinarias y muy cerca del inicio del año electoral.
Según pudo reconstruir LA NACION, en el “triángulo de hierro” que el Presidente encarna con su hermana Karina y con el estratega presidencial, Santiago Caputo, estaban muy convencidos de avanzar con esta estrategia. La encargada de darle forma a la iniciativa es la secretaria de Planeamiento Estratégico, María Ibarzábal.
Más allá de que el proyecto prospere, o no, la movida busca ser un mensaje en sí mismo: el Gobierno dirá que no tiene sentido hacer un gasto para las PASO que solo le sirve a la política y que, según aseguran en la Casa Rosada, asciende a 52 millones de dólares. Todo en el marco de la narrativa anticasta que tanto promueven Milei y su asesor estrella.
Según pudo reconstruir LA NACION, el Poder Ejecutivo redactó en los últimos días un proyecto de ley que incluye una reforma electoral de cuatro ejes:
- La eliminación de las PASO;
- La modificación del régimen de financiamiento electoral (se elimina el aporte extraordinario del Estado para campañas y se suprimen los topes de los aportes privados, siempre y cuando se pueda trazar el origen);
- La suspensión de la elección de legisladores del Parlasur;
- La modificación del régimen de partidos políticos para, presuntamente, evitar la proliferación de “sellos de goma”.
La discusión sobre la estrategia a seguir con la reforma electoral, sin embargo, no está totalmente saldada. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el titular de Diputados, Martín Menem, hace dos semanas se habían resistido a avanzar con la iniciativa para no irritar a Pro, los socios naturales de La Libertad Avanza.
Ahora el tema volvió a estar sobre la mesa y las dudas en la cúpula se reeditaron. Sobre todo porque en Diputados el oficialismo atraviesa una paz muy inestable desde que se postergó la sesión para tratar el proyecto que limita los decretos de necesidad y urgencia (DNU) y acota el poder presidencial. Cualquier movimiento en falso puede volver a poner en guardia a la oposición, en días donde se está definiendo la letra chica del Presupuesto 2025.
A fines de octubre, de hecho, un episodio similar había incluido corridas entre el Congreso y la Casa Rosada. En Diputados se había anunciado una conferencia de prensa en la que estaba previsto que el libertario José Luis Espert, presidente de la Comisión de Presupuesto, comunicara una reasignación de partidas en favor de las universidades. La idea era condicionar este aumento a la futura suspensión de las PASO y al ajuste en el financiamiento a los partidos políticos.
Pero la intención del Gobierno ese día enfureció a sus aliados de Pro, que señalaron que -una vez más- el Poder Ejecutivo avanzaba en lo legislativo sin avisarles y con un proyecto que no tenía consenso. Menem y Francos plantearon que el costo con los aliados iba a ser muy alto para La Libertad Avanza y la conferencia de prensa de Espert se canceló.
Ahora, a poco más de dos semanas de que terminen las sesiones ordinarias, figura la posibilidad de impulsar la reforma electoral con un nuevo proyecto de ley. Resulta difícil que la iniciativa del Poder Ejecutivo prospere. Todavía no hay dictamen para el Presupuesto en Diputados (se espera que esto se resuelva antes del martes) y están en carpeta el proyecto de “ficha limpia” (para impedir que puedan candidatearse condenados con sentencia confirmada) y la iniciativa para acotar el alcance de los DNU (con una sesión pedida para el jueves próximo).
,En el Gobierno evalúan convocar a sesiones extraordinarias (con un temario definido por el Poder Ejecutivo) en caso que el debate en torno al Presupuesto 2025 esté encaminado y que se requiera de más tiempo para alcanzar una sanción. Allí, entonces, el Poder Ejecutivo podría incluir en el menú su reforma electoral.
Un proyecto como el de la suspensión de las PASO podría enrarecer el clima con los aliados y complicar la construcción de consensos. La relación entre Milei y Mauricio Macri pasa por un momento de tensión. Pro decidió acompañar al Gobierno para impedir que hubiera quórum en la sesión del martes convocada para restringir los DNU y acotar el poder presidencial. Pero el exmandatario, puertas adentro de su espacio, viene asegurando que su partido “ya cumplió” con el Gobierno y que no fue retribuido en el vínculo político.
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