El mejor ejemplo de la sintonía fina
La decisión tomada por la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, es de una enorme trascendencia para los argentinos. La historia de los pueblos no es lineal, todos lo sabemos. Existen idas y vueltas, avances y retrocesos, conquistas y pérdidas. El paso que estamos dando se inscribe en la lógica de las mejores tradiciones nacionales y populares de la Argentina. La recuperación del control estatal sobre YPF constituirá, sin lugar a dudas, un capítulo clave en la extensa "película" de la historia de la soberanía nacional.
Es de necios insistir en caminos que no llevaron a buen término. Si bien la performance demostrada por Repsol en el manejo de YPF pudo haber sido favorable para sus propietarios, fue terriblemente negativa para el pueblo argentino. Mientras nunca dejaron de distribuirse utilidades, YPF abandonaba sus proyectos de exploración y explotación de hidrocarburos condenando al país a la importación de combustible para sostener el crecimiento económico.
Como bien lo expresó la Presidenta, el año 2011 fue la máxima expresión de la operatoria de Repsol, generando un inédito cuadro de saldo comercial negativo en el sector de los combustibles a partir del récord de 9397 millones de dólares de importaciones. Mientras tanto, las utilidades netas de YPF no dejaron de crecer ni de distribuirse entre los propietarios de sus acciones.
Lo que viene es otra historia. La propiedad y el gerenciamiento privado no garantizaban los intereses nacionales. Y, desde un criterio de subsidiariedad bien entendido, donde el mercado no resuelve los problemas allí debe aparecer el Estado para solucionarlos. Avanzar en el control estatal (entre Nación y provincias) del 51% de las acciones de YPF va a marcar un punto y aparte en este proceso de vaciamiento de la compañía.
La Argentina quiere sostener el ritmo de crecimiento experimentado de 2003 a la fecha. Nuestro país ha demostrado capacidad de desarrollarse a partir de un modelo económico que promovió la competitividad del sector externo, favoreció un notable crecimiento de la producción industrial e incentivó la pujanza de su mercado interno.
No hay "viento de cola" que explique los logros económicos y las conquistas sociales obtenidas, con un desempleo inferior al 7%. Sostener de aquí en más este proceso de crecimiento económico con generación de trabajo genuino requiere decisiones fuertes en materia de soberanía energética para que el esfuerzo de todo el pueblo argentino no se diluya por la acción destemplada de sectores económicos que no tienen en cuenta los intereses nacionales.
Qué mejor ejemplo de la necesidad de "sintonía fina" y "profundización del modelo" que el texto remitido por la Presidenta al Congreso.
Agustín Rossi
Temas
Más leídas de Política
"Fans de Videla y p...". La controversial lista que Villarruel creó en X para visibilizar agravios y críticas que recibe de otros usuarios
"Tuve un boliche". El sorprendente baile de Berni en un canal de streaming al ritmo de una icónica canción de los años 80
“Mi perro está vivo”. Milei tildó de títere a Alberto Fernández y el expresidente reaccionó con una catarata de agresiones