El oficialismo aceptó excluir al PAMI de la ley de “compre argentino”, como reclamó la oposición

Tras el rechazo de Juntos por el Cambio y de otros sectores de la oposición a la inclusión del PAMI en la ley de “compre argentino”, el oficialismo aceptó hoy quitar a la obra social de los jubilados y pensionados de la actualización de la normativa, que pretende modificar el sistema de preferencias destinados a empresas nacionales en el sistema de licitaciones públicas.

No obstante, tanto Juntos por el Cambio como otras bancadas –entre ellas el Interbloque Federal– siguen teniendo objeciones a la iniciativa oficial, al considerar que se genera una “asimetría” entre las preferencias de las pymes y las grandes empresas; y que el fondo fiduciario que pasaría a manejar el ministerio de Desarrollo Productivo le dará a la cartera “facultades discrecionales”.

El presidente de la comisión de Industria de la Cámara baja, el oficialista entrerriano Marcelo Casaretto, sostuvo en el encuentro de hoy que “la decisión de excluir del proyecto de ley al PAMI” hará que la iniciativa “no tenga modificaciones con respecto a la que rige actualmente”. El legislador también anticipó que se buscará firmar el dictamen la semana próxima.

La iniciativa contempla la posibilidad de elegir como proveedora a una empresa nacional a pesar de que sus precios se excedan –hasta un 15% en caso de grandes empresas o 20%, en caso de pymes– a las propuestas que puedan hacer compañías extranjeras. El Gobierno evalúa que podría ahorrar US$500 millones por dejar de contratar a proveedores extranjeros

La exclusión del PAMI de la ley de “compre argentino”, debido a la sospecha opositora de que se pudiera favorecer al lobby de los laboratorios nacionales, eliminó uno de los escollos para la sanción de la norma. Aunque de acuerdo a fuentes parlamentarias consultadas por LA NACION, aún no está el visto bueno para acompañar la iniciativa del Gobierno.

El oficialismo, que aspira a poder votar cuanto antes esta iniciativa para apuntalar a las empresas nacionales, necesita enhebrar acuerdos con Juntos por el Cambio y otras bancadas opositoras para poder llevarla al recinto, debido a la extrema paridad que existe entre las principales fuerzas parlamentarias. De ahí que Casaretto estirara la firma del dictamen, en busca de consenso.

“Pueden no querer a Alberto (Fernández), a Cristina (Kirchner), a (Sergio) Massa o a mí, pero lo que tienen que querer es a la industria nacional que invierte y genera empleos”, afirmó Casaretto en declaraciones radiales. El diputado entrerriano presidió este martes el plenario de las comisiones de Industrias y Presupuesto, que convocó a industriales y sindicatos.

La iniciativa contempla la posibilidad de elegir como proveedora a una empresa nacional a pesar de que sus precios se excedan -hasta un determinado tope- a las propuestas que puedan hacer compañías extranjeras. A través de su implementación, el Gobierno estima que podría ahorrar US$500 millones por dejar de contratar a proveedores extranjeros.

El proyecto oficial pretende elevar estas preferencias del 15% al 20% para las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyme) y del 8% al 15% para las grandes empresas. Tras la exclusión del PAMI, algo que reclamó la oposición, ahora resta saber si el Frente de Todos accede a limitar el fondo fiduciario que, en principio, manejará el ministro Matías Kulfas.

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