El subibaja de la imagen de Néstor y Cristina Kirchner

“Son los números, estúpido”. Así, parafraseando la expresión utilizada en la campaña electoral de 1991 en Estados Unidos del entonces candidato Bill Clinton para referirse a la economía, puede entenderse la importancia que los políticos le dan a las encuestas. Al cumplirse una década de kirchnerismo en el poder, resulta interesante hacer un balance a partir de la imagen positiva y negativa de Néstor y Cristina Kirchner a lo largo de los años.

Tomando como referencia las mediciones elaboradas por la consultora Poliarquía, con la que LA NACION trabajaba hace casi una década, es posible arribar dos grandes conclusiones: Néstor Kirchner siempre gozó de mayor imagen positiva en su gobierno que Cristina Fernández, y segundo, ambos registraron una fuerte caída en su imagen en su segundo año de gobierno.

Néstor Kirchner siempre gozó de mayor imagen positiva en su gobierno que Cristina Fernández, y ambos registraron una fuerte caída en su imagen en su segundo año de gobierno

Pero para explicar las diferencias en la valorización de ambos mandatarios, tanto positiva como negativa, no puede eludirse un punto crucial. El contexto económico no fue el mismo en el lapso 2003-2007, que por el que tuvo que transitar Cristina Kirchner en su primera presidencia, y en la actual.

Es sabido que en el crepúsculo de su mandato de cuatro años para el que fue elegido Néstor Kirchner con un magro respaldo electoral del 22%, fue logrando elevados índices de apoyo popular gracias a la recuperación económica. Así, a fines del primer año de gobierno, el entonces presidente alcanzaría en las encuestas su mayor percepción positiva con un 76%. Otro fue el marco internacional para Cristina Kirchner. La crisis de las hipotecas subprime se desató en el 2008 golpeando fuertemente a Estados Unidos y luego se convirtió en una crisis global en el 2009.

Nota

: Los datos del año 2013 sólo abarcan hasta marzo. Es decir que no incluye el desgaste producido en la imagen de Cristina Kirchner tras las inundaciones de La Plata, las denuncias de corrupción, la reforma judicial, o el blanqueo de capitales.

Néstor Kirchner

En los cuatro años de gobierno, Néstor Kirchner siempre se mantuvo por encima del 55% de imagen positiva. Al final de su gestión, hubo un retroceso en la valorización del presidente que además seguiría bajando cuando ya no estaba en el poder.

Del 76% alcanzado en 2003, pasó al 66% en 2004 y un 61% en 2005. La tendencia se revertiría en 2006. Una de las razones fue el anuncio sorpresivo, en diciembre del año anterior, de la cancelación anticipada de la deuda total de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Sin embargo, duraría poco. El 2007, el último año de gobierno de Kirchner, finalizaría con la menor imagen positiva de toda su presidencia. En ese entonces había empezado la intervención del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos(Indec) y crecía el malestar por la inflación. Irrumpían casos de sospechas de corrupción.

Cristina Kirchner

La primera presidencia de Cristina Kirchner no empezó de la mejor manera. El escándalo de la valija de Antonini Wilson, y su supuesta vinculación con la financiación de la campaña electoral, repercutió considerablemente. A eso se le sumó ese año conflicto con las entidades rurales.

La Presidenta asumió por primera vez el poder el 10 diciembre de 2007 con 51 puntos de imagen positiva. En enero logró trepar al 56, pero desde entonces empezó un descenso, que desde la confrontación con el campo se volvió abrupto, ubicándose en junio, momento del "no positivo" de Cobos, en apenas 20 puntos. Así, en 2008 promedió una imagen positiva de sólo 34% (lejos del 55% de Kirchner en el 2007).

La percepción favorable de la mandataria no mejoró en su segundo año al frente del país, y se ubicó en tan solo un 25%. La derrota en las legislativas del kircherismo, y la pelea cada más enfática con el grupo Clarín, fueron las marcas distintivas.

A partir de allí, al año siguiente, habría un cambio en cuanto a la percepción positiva de Cristina Kirchner. En primer lugar, el impacto de algunas medidas de gestión, como las asignaciones familiares y los festejos del bicentenario, crearon un clima de optimismo y se reflejaron en un repunte considerable de su imagen.

Fue así que después de una sostenida etapa de mal humor social, conflictos políticos y sociales, crisis económica y fuertes cuestionamientos a la calidad de sus gobernantes, se modificó la tendencia negativa.

Una encuesta difundida por Poliarquía tras los festejos del Bicentenario, reflejaba que por primera vez, desde que se había desatado la crisis entre el Gobierno y el agro, los optimistas superaban a los pesimistas cuando se los interrogó sobre sus expectativas sobre el futuro.

No obstante, el punto de quiebre de ese año fue el fallecimiento de Néstor Kirchner en octubre . La percepción positiva de Cristina Fernández en sólo un mes subió 19 puntos: del 36% al 55% en noviembre.

Pasados cinco meses de gestión, la valorización positiva de la mandataria había caído 5 puntos por mes

Esos niveles se mantendrían estables durante 2011. Cristina Kirchner ganaría cómoda las elecciones presidenciales con el 54% de los votos.

Arrancó su segundo gobierno con una imagen de casi 70 puntos, algo muy difícil de sostener en el tiempo, según los especialistas. Pasados cinco meses de gestión, la valorización positiva de la mandataria había caído 5 puntos por mes. ¿El contexto? El caso Ciccone, que involucraba directamente al vicepresidente, Amado Boudou y una economía con dificultades cada vez más visibles.

Los casos de corrupción, la tragedia de Once, el cepo cambiario cada vez más estrecho, sin duda, causaron un viraje significativo en el ánimo. Hubo cacerolazos masivos que lo evidenciaron.

En 2012, la imagen positiva de Cristina descendía significativamente. Había pasado de promediar una percepción positiva del 59% el año previo, al 47%.

Al cumplirse el aniversario de la década en el poder, los números quedan lejos de los momentos más favorables.

Fluctuaciones de una década