El tono del mensaje generó una fuerte reacción del peronismo
Incluso los sectores más dialoguistas del FPV criticaron el repaso de la herencia; el massismo fue más moderado
El crudo diagnóstico de la herencia recibida de la administración de Cristina Kirchner que realizó ante el Congreso Mauricio Macri caló hondo en el humor del Frente para la Victoria, al extremo de que podría llegar a poner en peligro la concreción del "acuerdo de gobernabilidad" con los sectores dialoguistas del PJ. Así, el jefe de la bancada de senadores del FPV, Miguel Pichetto (Río Negro), realizó un balance negativo de las palabras presidenciales, a las que definió como una "revisión parcial y sesgada de la historia, injusta y discutible".
"Si nos atenemos al discurso del Presidente parece que no se comprende la importancia del acuerdo de gobernabilidad para la Nación y las provincias que le hemos propuesto en reiteradas oportunidades", agregó el rionegrino. Tratándose del primer referente peronista que propuso la apertura de un diálogo con la Casa Rosada, las palabras de Pichetto deberían encender luces de alarma en el tablero oficialista. Mucho más en el Senado, donde Cambiemos apenas cuenta con 15 senadores propios sobre un total de 72 miembros.
Como era de esperar, y como anticipó la actitud desafiante que mantuvieron durante la Asamblea, los diputados del FPV, bloque dominado por el kirchnerismo, no ahorraron críticas al discurso, que calificaron de "violento y plagado de falsedades".
"Macri habló de diálogo con un discurso basado en la provocación, mientras en las afueras del Congreso su gobierno reprimía a los trabajadores bancarios. Pidió consenso sin reconocer absolutamente ningún logro de la gestión anterior", sostuvieron los diputados del FPV.
Menos impersonal, al término de la sesión la diputada Diana Conti (FPV-Buenos Aires) consideró "innecesario" el tono del diagnóstico realizado por Macri. "Me parece que si de verdad quiere recomponer la famosa grieta, la primera manera no es intentar ahondarla", reclamó la legisladora ante una consulta de LA NACION, tras lo cual consideró que el pase de facturas presidencial "respondió a presiones internas de su gabinete". "Si es por él, no lo hubiera hecho", arriesgó Conti.
En el Frente Renovador, en tanto, el discurso generó reacciones encontradas. Apoyo, aunque con matices, al diagnóstico del país dejado por el kirchnerismo y críticas por la falta de profundidad en las propuestas a futuro.
Así, Sergio Massa dijo que tomó "con mucha esperanza la convocatoria al diálogo y al consenso partiendo de un diagnóstico duro de la Argentina" que hizo el Presidente. Sin embargo, le recordó a Macri que "no alcanza con peleas tribuneras; tenemos que ocuparnos seriamente de resolver los problemas de la gente", agregó.
También compartió el diagnóstico la diputada Graciela Camaño (FR-Buenos Aires), que lo calificó como "muy adecuado". "El diagnóstico es ése, todos lo veníamos advirtiendo que estaban creando trabajo ficticio a través del empleo público", agregó.
Sin embargo, su compañero de bancada Felipe Solá (FR-Buenos Aires) consideró "injusto" el balance. "Es injusto no hacer alusión a que hubo cambios en la cuestión social en el país que son importantes", afirmó. Sobre la segunda parte del discurso, Solá consideró que hubo "una expresa omisión de no decir adónde se va en economía".
También de acuerdo con el diagnóstico del país pero con fuertes críticas a la política del Gobierno se manifestó la diputada Victoria Donda (Progresistas-Capital). "Hablar de reforma educativa sin una propuesta concreta es una falacia, así como hablar de pobreza cero de la mano de la eliminación de la retención a las mineras es propio de un discurso de campaña", se quejó la legisladora.
En el peronismo disidente la recepción del discurso fue disímil. En la Cámara baja, el presidente del bloque justicialista, grupo escindido del FPV este año, Oscar Romero (Buenos Aires), se quejó porque "hubo muy pocas precisiones y referencias concretas respecto de los temas que preocupan a los trabajadores: inflación, consumo interno, precios".
Por su parte, el senador Roberto Basualto (Interbloque Federal-San Juan) destacó en Macri "un presidente que ha reconocido la inflación", la cual el legislador adjudicó a la anterior administración, y mostró su predisposición a apoyar la derogación de la ley cerrojo que impide pagarles a los holdouts y tomar deuda en el exterior.
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