Encapuchados buscan dinero de Lázaro Báez oculto en Santa Cruz
Ingresaron a una estancia y mantuvieron secuestrada a una familia
RÍO GALLEGOS.- Dos estancieros de Santa Cruz permanecieron nueve horas atados y secuestrados dentro de su propia estancia, en manos de cuatro hombres encapuchados que les reclamaban la entrega de un contenedor con dinero del empresario Lázaro Báez que supuestamente mantenían enterrado en el lugar.
Mientras esta semana empezó en los tribunales del Comodoro Py el juicio que investiga al empresario y sus cuatro hijos por presunto lavado de US$60 millones, la noticia que afectó a la familia Jamieson conmovió a la comunidad local. El caso ocurrió en la estancia Monte Negro, entre el 17 y 18 de septiembre, pero salió a la luz ayer, luego de una publicación en el diario Clarín.
Desde hace varios años se multiplican los rumores sobre contenedores con dinero negro enterrados en campos de Báez o de allegados a la familia en Santa Cruz. Siguiendo esas versiones, en 2016 el fiscal Guillermo Marijuan comandó un operativo que se centró en la estancia Cruz Aike, a 55 km de El Calafate.
El hecho ocurrió en la estancia propiedad de la familia Jamieson, a 100 km de Río Gallegos en las cercanías del río Coyle, y fue denunciado por la familia en la Justicia Federal.
Según pudo reconstruir LA NACION, cuatro personas esperaban la llegada de los Jamieson a Monte Negro, cuando llegaron Esteban y Colin Jamieson que fueron sorprendidos, atados y secuestrados durante nueve horas en su propia estancia. Si bien no sufrieron físicamente, quedaron en estado de shock por la situación traumática que atravesaron.
Consultados por LA NACION, miembros de la familia desistieron de hacer declaraciones a la prensa y se desvincularon de cualquier hecho relacionado con el caso Báez, en tanto que la expectativa es que la Justicia avance en la investigación del hecho.
Según Clarín, los secuestradores les preguntaron insistentemente por "el contenedor de Muller", que según sus propios datos estaba enterrado en la estancia. Se referían a Marcos Muller, pareja de Luciana, la hija mayor de Báez, y mientras los mantenían atados en las sillas eran indagados sobre las máquinas de Vialidad que hay en la estancia.
"Estamos buscando la plata de Lázaro Báez, a quien queremos hacer mierda, así que colaboren con información", dijeron los secuestrados, tal como quedó asentado en la denuncia, en la cual la Justicia Federal se declaró incompetente y pasó al fuero provincial.
Trascendió que durante el secuestro, los encapuchados preguntaron a sus víctimas sobre las maquinarias de Austral Construcciones que permanecen en la estancia. Fuentes de la familia confirmaron a LA NACION que durante dos años hubo un contrato firmado entre la estancia y la empresa para mantener allí la maquinaria y realizar mantenimientos de rutas.
Aclararon, en tanto, que las máquinas no están escondidas y la Justicia Federal que investiga al empresario está al tanto de la situación.
Otro revés en la Justicia
La Cámara Federal de Casación dejó firme la negativa a incorporar prueba pedida por Lázaro Báez al juicio oral en el que se lo juzga por lavado de dinero, al rechazar un recurso de queja de la defensa del empresario detenido. Este recurso fue uno de los argumentos por el que reclamó la nulidad del juicio.