Esteban Takacs

El fallecimiento

La personalidad de Estaban Takacs, científico, investigador y diplomático, que falleció ayer, se desplegó en una multiplicidad de facetas. Especialista de máximo nivel en estudios agroecológicos, descolló asimismo en el terreno de las relaciones internacionales.

En su actuación como embajador en los Estados Unidos supo enfrentar con tacto y equilibrio los difíciles momentos de la Guerra de las Malvinas. Había llegado a Washington, nombrado como embajador en 1981, un año antes de que se desatara el conflicto bélico del Sur. Y, tenía como antecedente diplomático inmediato, haberse desempeñado como embajador en Canadá, desde 1976.

Nacido en 1928 se recibió de ingeniero agrónomo en 1954 y pronto hizo conocer sus investigaciones acerca de los hongos no originarios de nuestro suelo en la pampa bonaerense.

Trabajó en el Centro Nacional de Investigación Agropecuaria del INTA, en Castelar, y se destacó por su contribución al conocimiento de las micorrizas (hongos benéficos) y su utilización como inoculantes para aprovechar su simbiosis con diversos vegetales.

Entre 1960 y 1970 difundió en viveros forestales nacionales dedicados al cultivo de pinos sus innovaciones tecnológicas las que luego se extendieron a otros países. En su actividad privada realizó inventarios forestales en la provincia de Jujuy y se desempeñó como asesor de los primeros grupos CREA. Posteriormente tuvo a su cargo la realización de reconocimiento agroecológicos en la Comisión Nacional del Río Bermejo.

También realizó investigaciones en Salta, Chaco, Formosa y Santiago del Estero donde reconoció suelos, aguas superficiales y subterráneas y bosques. Fue, asimismo, asesor del Consorcio Regional de Experimentación Agrícola (CREA) de Vicuña Mackenna. Actuó como administrador general de Bosques de la Secretaría de Agricultura y Ganadería de la Nación, hasta que en 1969 fue designado director nacional de Recursos Naturales Renovables. Designado en 1970 como subsecretario de Agricultura y Ganadería de la Nación, Takacs presidió posteriormente la Junta Nacional de Carnes, tras lo cual fue nombrado como director del Banco de la Provincia de Buenos Aires.

Demostró su aptitud gerencial en la conducción de las firmas Fiplasto, Celulosa Argentina y Anta del Dorado. Además de todo ello fue director de la Sociedad Rural Argentina, miembro del Consejo de Administración de fundaciones, propulsor de las relaciones comerciales y culturales en el Comité Mixto Argentina-Japón, sin olvidar su amplia participación en la Fundación Okita, de la que fue vicepresidente.

Sus restos serán inhumados hoy, a las 11, en el cementerio de Olivos.