Exigieron en una marcha reincorporaciones en PepsiCo

El panorama fue diametralmente opuesto al del viernes pasado: esta vez más de 4000 manifestantes marcharon desde el Obelisco, sin incidentes, hasta la sede que el Ministerio de Trabajo tiene en Callao al 100. Rechazaron, así, el desalojo de la planta de PepsiCo en Vicente López y pidieron la reincorporación de los trabajadores despedidos por la empresa. Se destinaron al operativo de seguridad unos 150 agentes, que se ocuparon de garantizar la circulación de los marchantes y de organizar el tránsito a su paso.

Desde las 16, los manifestantes empezaron a congregarse en el Obelisco. Además de las pancartas que pedían por la reincorporación de los despedidos, las banderas de la izquierda monopolizaron el paisaje: PO, PTS, MST y Nuevo Más eran las que más cercanas se mantenían al núcleo de trabajadores que estaban con sus camperas de trabajo. También flameaban banderas de ATE, las dos CTA, algunas de organizaciones sociales, como Barrios de Pie y la CCC y otras que responden directamente al kirchnerismo (Nuevo Encuentro y Tupac Amaru).

Rápidamente, la plazoleta del Obelisco colapsó por la concurrencia y la intersección de Corrientes y 9 de Julio quedó cortada.

Hacia las 17.30 se formó una numerosa columna, encabezada por los trabajadores. Detrás se vio a algunos políticos y representantes gremiales y luego se desplegaron los militantes. Participaron Nicolás del Caño, Myriam Bregman, Christian Castillo, Patricio del Corro, Gabriel Solano, entre otros referentes del FIT. También el secretario de ATE nacional, Hugo "Cachorro" Godoy; Rubén "Pollo" Sobrero (ferroviarios), y Roberto Baradel (Suteba). En un momento, las Madres de Plaza de Mayo se unieron al reclamo.

Las movilización ocurrió con normalidad y culminó en un acto frente a la dependencia del Ministerio de Trabajo, a una cuadra del Congreso. Los efectivos se ocuparon de organizar las calles por donde iban los manifestantes. "Eran personas que se manifestaron pacíficamente, sin palos ni capuchas. Claramente es una situación diferente a la del viernes", señalaron a LA NACION en el Ministerio de Seguridad porteño.