Gabriel Boric y Alberto Fernández, con “agenda amigable” y diferencias por Venezuela y Nicaragua

Desde ambos lados de la Cordillera de los Andes el mensaje es casi idéntico. A caballo de sus “coincidencias ideológicas”, el presidente Alberto Fernández y su flamante par de Chile, Gabriel Boric, inaugurarán este lunes una “nueva etapa” del vínculo bilateral, complicado en los últimos meses por diferencias limítrofes y miradas discordantes sobre vecinos de la región como Venezuela, Cuba y Nicaragua, diferencias que pese a la “agenda amigable” que compartirán ambos mandatarios seguirá vigente en los próximos tiempos.

El joven presidente de Chile, de sólo 36 años y que asumió el cargo el pasado 11 de marzo, llegó este domingo con una numerosa comitiva al Aeroparque, donde lo esperaba el canciller Santiago Cafiero. Luego de presentar su ofrenda floral al general San Martín, el mandatario chileno llegará este lunes a las 10 a la Casa Rosada, y tras las fotos de rigor tendrán un encuentro bilateral, en el inicio del primer viaje de Boric desde que inició su mandato.

Según voceros de la Cancillería, Fernández y Boric compartirán una “agenda común” con temas como “la promoción y protección de los Derechos Humanos, la centralidad de las políticas de género, el cuidado del medio ambiente, y la inversión en ciencia y tecnología e innovación para promover el desarrollo regional”. Los mismos voceros aseguraron: “En términos regionales tenemos una mirada muy parecida a la agenda que expresa el presidente de Chile en cuanto a, fundamentalmente, resolver las desigualdades que hay en nuestro continente”.

Más allá de los acuerdos en políticas generales, la decisión es no ahondar en esta visita las diferencias por la plataforma continental (que generó chispazos diplomáticos en septiembre pasado). Fernández y Boric se mostraron cómodos en el encuentro que sostuvieron en Santiago de Chile, donde incluso compartieron su devoción por el músico Luis Alberto Spinetta.

De todas formas, los matices entre ambos no son menores, al menos en lo que atañe al chavismo y sus socios, además de los tiempos que se tomaron Boric y Fernández para condenar la invasión de Vladimir Putin a Ucrania. “Rusia ha optado por la guerra como medio para resolver conflictos. Desde Chile condenamos la invasión a Ucrania, la violación de su soberanía y el uso ilegítimo de la fuerza”, dijo Boric el 24 de febrero, mientras Sebastián Piñera aún era presidente, y cuatro días antes de la condena a Putin que Cafiero desarrolló en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.

Otras diferencias notables aparecen en relación con los regímenes cuestionados por violaciones a los derechos humanos, como los de Nicolás Maduro y Daniel Ortega. “Venezuela es una experiencia que más bien ha fracasado”, repitió Boric durante la campaña electoral, y agregó que no podía rescatar “nada” del sandinista Ortega, que consiguió su reelección el año pasado mientras siete de sus potenciales opositores permanecían detenidos en las cárceles del régimen o se veían obligados a exiliarse. Más allá de la condena argentina en foros internacionales a ambos regímenes, el Gobierno jamás se expresó de ese modo en relación a Venezuela y Nicaragua, que incluso dieron su reciente aval a Fernández para asumir la presidencia de la Celac.

Más allá de las diferencias, el presidente chileno asigna vital importancia a la visita, a juzgar por la comitiva que lo acompaña, que incluye a las ministras de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola; de Defensa Nacional, Maya Fernández Allende; de Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana; y de Culturas, Artes y Patrimonio, Julieta Brodsky. También viajaron el ministro de Energía, Claudio Huepe; el subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, José Miguel Ahumada; y la embajadora ante Argentina, Bárbara Figueroa, proveniente del Partido Comunista y cuya designación fue cuestionada por Juntos por el Cambio. “Su designación obtura los canales de diálogo entre dos países hermanos que deben cooperar cada día más en una agenda en común”, afirmó el diputado macrista por Mendoza, Omar de Marchi.

Ajeno a estos cuestionamientos, Boric llegará por la tarde al Congreso, donde a las 15 será recibido por el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, y la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma. No se anunció, al menos por el momento, un encuentro con la vicepresidenta Cristina Kirchner. La visita incluirá también reuniones con la Corte Suprema y con empresarios, el martes, antes de su retorno a Santiago de Chile.

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