Kirchner firmó un decreto cada cinco días de gestión
Son los de necesidad y urgencia; emitió 73 en su segundo año de mandato y 67 en el anterior
La mentada modalidad de gobernar por decreto –criticada por quienes piensan que de esa forma el Poder Ejecutivo se arroga excesivas atribuciones legislativas– parece encontrar en el gobierno de Néstor Kirchner un fiel exponente. Durante su segundo año de mandato, el Presidente firmó 73 decretos de necesidad y urgencia (DNU), a razón de uno cada cinco días, con lo cual no sólo volvió a superar a sus antecesores elegidos por el voto popular, sino que barrió con su propio récord, que había sido de 67 DNU en su primer año en la Casa Rosada.
Consultado por LA NACION, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, justificó el empleo de esta herramienta. “Así está en la Constitución. ¿Por qué no se va a usar?”, preguntó. Para Fernández, “cuando se instituyó este tipo de decreto, además de la necesidad y la urgencia también se incluyó la conveniencia como factor determinante para utilizarlo", y agregó que "no se está haciendo nada que no esté en la propia doctrina de los decretos".
Sin embargo, Kirchner logró dejar atrás los 64 decretos de necesidad y urgencia firmados por Carlos Menem en los primeros 12 meses de gestión y los otros 64 firmados en su segundo año. También los 38 dictados por Fernando de la Rúa en 2000 y los cerca de 35 que el radical aprobó en 2001, y ni hablar de los 10 DNU que Raúl Alfonsín dictó en todo su mandato.
Los datos surgen de un trabajo del Centro de Estudios de Políticas Públicas Aplicadas (Ceppa). El estudio concluye que el ranking de los DNU de Kirchner está liderado por temas salariales. Cuestiones como aumentos de sueldos, jubilaciones y asignaciones familiares, cambios en los aportes e indemnizaciones y aguinaldos para desocupados que reciben los planes sociales fueron materia de 25 DNU, que corresponden al 34,2% de los decretos que firmó Kirchner entre el 25 de mayo de 2004 y la misma fecha de 2005.
La investigación no incluye a los ex presidentes Eduardo Duhalde, Adolfo Rodríguez Saá, Ramón Puerta y Eduardo Camaño porque gobernaron en un contexto de crisis y no fueron elegidos por el voto popular.
Cuando dicta un DNU, el Presidente asume facultades que son propias del Congreso, es decir que modifica o deroga leyes o dicta normas con rango de ley. La reforma constitucional de 1994, en su artículo 99, incorporó esta herramienta, pero, dice el texto, sólo "cuando circunstancias excepcionales hicieren imposible seguir los trámites ordinarios previstos por la Constitución" para el dictado de leyes.
Para la abogada Delia Ferreira Rubio y el politicólogo Matteo Goretti, autores de la investigación del Ceppa, los DNU (que en 130 años de gobiernos constitucionales sólo se habían usado 25 veces) desde el regreso de la democracia, en 1983, se han ido convirtiendo en objeto de un abuso peligroso, sobre todo a partir del gobierno de Menem.
El caso Menem
En sus diez años de gestión, Menem firmó 545 normas de este tipo, lo que le valió la crítica de haber "gobernado por decreto". Kirchner, sin embargo, ya sumó 140 DNU en dos años: si se toma el promedio de 70 DNU anuales, si gobernara 10 años llegaría a 700 y superaría largamente a Menem.
"Es una medida excepcional para circunstancias también excepcionales, que no se cumple cuando se usa un DNU para cambiarle el nombre al Ministerio de Salud [que ahora se llama de Salud y Ambiente] o para prorrogar las licencias de radiodifusión", destacó Ferreira Rubio en referencia a los decretos 923/04 y 527/05, respectivamente.
Los especialistas, que estudian el tema desde 1989 y ya expusieron al respecto en las universidades de Oxford, Chicago y Cambridge, también pusieron la lupa sobre otras normas dictadas por Kirchner:
- Decreto 685/04: dispone el aumento de salarios del 100% para el Presidente y sus ministros.
- Decreto 906/04: modifica el manejo de los fondos fiduciarios (fondos del Estado destinados a un fin específico, que suman una cifra cercana los 10.000 millones de pesos), que ahora pueden ser redireccionados para otros usos.
- Decreto 917/04: modifica el presupuesto mediante una reestructuración de más de 4200 millones de pesos, que autoriza, entre otras cosas, a aumentar el presupuesto de publicidad y de propaganda oficial.
- Decreto 908/04: autoriza al jefe de Gabinete a modificar el presupuesto más allá de los límites fijados por el Congreso.
Kirchner utilizó esta herramienta principalmente para cuestiones económicas. Hay, por caso, nueve decretos que regulan beneficios fiscales (promoción industrial, régimen de incentivos, pago de tributos con bonos); siete que modifican el presupuesto nacional, y otros siete sobre obras y servicios públicos.
"La mayor parte de los DNU tiene que ver con un uso discrecional del dinero", evaluó Goretti. "No hay respeto hacia los poderes ni a las herramientas de la Constitución", dijo.
Para Goretti y Ferreira Rubio, su dictado sólo se justifica en caso de que en el país existan una situación de crisis extrema, la necesidad de abordar un tema resistido por la ciudadanía o un Congreso cerrado o con minoría oficialista.
"Ninguna de estas premisas se cumple en el caso de Kirchner", concluye el estudio, que, además, advierte sobre los peligros de que "el Presidente recurra a los DNU como herramienta ordinaria de gobierno y legisle suplantando al Congreso".
Con la colaboración de:
Lucas Colonna
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