La futura conducción de Pro impulsará internas partidarias
Patricia Bullrich y Macchiavelli empezaron a diseñar un esquema para todo el país
Aún no dejó sus pertenencias en el tercer piso del edificio de la calle Balcarce al 400, donde solía atender Humberto Schiavoni. Pero Patricia Bullrich ya imagina sus primeros pasos al frente de Pro, el partido del presidente Mauricio Macri, que dentro de diez días volverá a ser oposición.
Junto al larretista Eduardo Macchiavelli, la todavía ministra de Seguridad vislumbra sus primeros pasos. Y ambos decidieron, como muestra de amplitud y para contener a los descontentos, que promoverán la realización de internas partidarias, no solo en la siempre problemática provincia de Buenos Aires, sino también en la mayoría de los rincones del país.
"Tenemos expectativas de que haya mayor participación y aparezcan nuevos candidatos en todo el país. Porque a los que estuvieron hasta ahora les fue mal", afirmó a LA NACION una fuente partidaria que protagonizará la nueva etapa.
La reflexión de las autoridades entrantes -asumirían en febrero, paradójicamente, con lista única- va de la mano de una feroz crítica al manejo partidario, controlado por Marcos Peña, a través de Schiavoni y el secretario general, Francisco Quintana. "En muchas provincias, llegaba un enviado de Marcos con la lista de los candidatos que había que poner. Eso no puede volver a ocurrir", se desahoga el dirigente, ubicado en las antípodas de la conducción del jefe de Gabinete. La decisión de abrirles la puerta a distintos candidatos de Pro en todo el país va en sintonía con una iniciativa similar, explicitada el miércoles por el presidente Mauricio Macri a sus socios de Cambiemos, aplicable a la que será la principal coalición opositora.
Candidatos en las provincias
La falta de candidatos "propios" a gobernador en la mayoría de las provincias es otra de las razones que esgrimen Bullrich y Macchiavelli para favorecer la competencia interna. "Empezamos casi de cero", coinciden en la nueva conducción. Y recuerdan que las postulaciones de Schiavoni en Misiones y la de Carlos Javier Mac Allister en La Pampa (fue derrotado en la interna por la UCR y no llegó a presentarse) fueron las únicas "Pro puras", más allá de Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, que defendían sus propios territorios.
En la provincia de Buenos Aires y, más allá del escepticismo sobre la concreción de las "buenas intenciones" de quienes llegan, las huestes de Emilio Monzó ven con buenos ojos la iniciativa, que pondría en un plano de competencia a este sector con el que comanda María Eugenia Vidal, aun cuando la gobernadora llegará con la ventaja que le dan los casi 40 puntos obtenidos en su fallido intento de reelección en el distrito más poblado del país. Otro jugador importante de esa provincia, Jorge Macri, también especula con dar la batalla.
"Nosotros vamos a jugar electoralmente. No solo en la provincia, sino también en el resto del país. Tenemos la vocación de hacerlo por dentro de Cambiemos y por eso pedimos reglas claras hacia adelante. Pero jugar jugamos seguro", aseguró a LA NACION uno de los leales del presidente de la Cámara de Diputados. De todos modos, en el sector persiste la desconfianza hacia todo lo que provenga del jefe de Gabinete. "Los nuevos nombres no están mal, ni Patricia, ni [Cristian] Ritondo en Diputados, el tema es que tengan libertad de criterios", agregó el escudero del monzoísmo. "Si nada cambia, pueden venir la atomización de Pro y la de Cambiemos", advierte la fuente, que conoce el pensamiento de su jefe político.
Más allá de la decisión de Peña de correrse del escenario ("al menos durante 2020", certifica uno de sus colaboradores), varios de sus dirigentes cercanos seguirán participando de la vida del partido que Macri creó en 2002. Valentín Díaz Gilligan, exfuncionario de la secretaría general, será prosecretario de Pro, y otros dirigentes de las segundas líneas seguirán respondiendo a Peña.
"Es cierto que no tenemos candidatos fuertes en muchos lados, pero las listas se definieron por consenso y tomando en cuenta la opinión de nuestros aliados radicales y de la CC-ARI", responde un reconocido leal a Peña, que también relativiza la efectividad de las internas en un partido que será oposición. "Hacer internas en algún lado ayuda. Pero en lugares donde tenemos de cinco o seis mil afiliados se transforma en una carnicería que no le sirve a nadie", aseguran en ese sector. "Hay que fomentar la unidad, y más con lo que vamos a tener enfrente. Habrá menos lugar para los matices", completó.
Con la inclusión de seis representantes de Rodríguez Larreta y otros seis de Vidal, más la participación de otros dirigentes -Guillermo Dietrich, leal a Macri, se ocupará del voluntariado-, la nueva conducción del macrismo ya se prepara -aun con tensiones- para la convulsionada etapa que se avecina, ya con Alberto Fernández en la Casa Rosada.
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