La izquierda encabezó un “pañuelazo” frente a la Catedral

Miles de mujeres de diferentes organizaciones feministas y militantes de partidos de izquierda desplegaron ayer un pañuelo verde gigante frente a la Catedral porteña en reclamo de la "separación de la Iglesia del Estado" y en favor de la legalización del aborto, en medio de las marchas por Día Internacional de la Mujer.

"Las jerarquías de la Iglesia se están organizando contra nuestros derechos y no podemos permitir que pase como en 2018, que bloquearon la ley de aborto legal en el Senado", dijo ayer Myriam Bregman, legisladora porteña del Frente de Izquierda y de los Trabajadores en declaraciones a Télam.

"Esta convocatoria es el inicio de una jornada de lucha que culmina mañana [por hoy] en el Congreso con una enorme movilización", agregó la legisladora.

Desde el mediodía de ayer estuvieron cortadas todas las calles perimetrales de la Plaza de Mayo. Allí, cada organización tenía montados gazebos frente a la Catedral, donde distribuían folletos y otras publicaciones.

Pasadas las 14.30, las organizaciones desplegaron frente a la catedral un pañuelo verde de unos cinco metros con la leyenda "Aborto Legal, Seguro y Gratuito", emulando al de la Campaña Nacional por el Aborto Legal.

Mientras, las mujeres y activistas convocadas entonaron cánticos contra la Iglesia Católica. "Aborto libre y legal ya, que los curas se vayan a laburar", cantaban.

Entre las distintas actividades que había, una de las que concitó más atención fue el baile-ritual que llevó adelante un grupo denominado "guerreras anticlericales", quienes danzaron al ritmo de tambores con la cara pintada y escudos con los colores de cada una de las organizaciones y al grito de "¡Juntas, juntas, juntas por el aborto legal!".

"Estamos advirtiendo que si no hay separación de la Iglesia del Estado, una ruptura con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y un desconocimiento de la deuda difícilmente obtengamos el conjunto de las reivindicaciones de las mujeres", señaló Romina del Plá, diputada del FIT, el espacio político que respalda íntegramente la legalización del aborto entre sus militantes.

En ese sentido, Del Plá aseguró que, mientras "el Estado no deje de financiar" a la Iglesia "vamos a seguir con los femicidios, con el aborto clandestino y sin que haya educación sexual laica y científica en todas las escuelas".

Contra la Iglesia Católica

Por otro lado, la dirigente interpretó que la misa de Luján de ayer fue "una declaración de guerra contra los reclamos y los derechos de las mujeres", que evidenció que "tienen que tratar de aggiornarse, pero ese aggiornamiento es una excusa para seguir defendiendo los mismos principios contrarios a los derechos de las mujeres y las disidencias".

"Esa misa y que el Poder Ejecutivo tenga que mandar un proyecto de aborto legal es un reflejo de cuán lejos ha llegado la lucha de las mujeres", concluyó.

Además del Frente de Izquierda (integrado por el Partido Obrero, el PTS y la Izquierda Socialista, entre otros), se manifestaron frente a la catedral militantes del Plenario de Trabajadores (PDT), Isadora, Pan y Rosas, el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), Ademys, Suteba, Las Rojas y la Agrupación LGBTI 1969, entre otros grupos.

"Las mujeres vamos a conquistar el aborto legal porque pusimos dos millones de personas en las calles y luchamos hace 35 años por este derecho, pero queremos que luego se efectivice en cada rincón del país y para eso tenemos que darle continuidad a una pelea por la separación de la Iglesia y el Estado", aseguró Vanina Biasi, integrante del Plenario de Trabajadores.

Luego del pañuelazo, para finalizar la jornada, el grupo feminista Isadora realizó en la Plaza de Mayo la performance "El violador sos vos", una adaptación argentina de la canción que inventó el colectivo chileno Las Tesis, cuyo video se viralizó y dio vuelta al mundo.

"El movimiento feminista argentino es muy grande. Me sorprendió mucho, seguro van a alcanzar todos sus objetivos", dijo Mariana, una turista portuguesa que se sumó a la marcha y se quedó bailando junto a los bombos de las organizaciones mientras comenzaba a llover.