Larreta y Vidal hacen la apuesta mayor en la elección porteña

La elección de hoy en la Ciudad de Buenos Aires será el termómetro para medir el éxito o el fracaso de la apuesta que hizo el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta en el bastión de Pro, y también el ensayo del Frente de Todos para continuar en el desafío de disputar la jefatura de Gobierno de ese distrito en 2023.

De los espacios mayoritarios, Juntos por el Cambio tendrá tres listas en el cuarto oscuro: la encabezada por María Eugenia Vidal (Juntos Podemos Más), la de Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos) y la de Adolfo Rubinstein (Adelante Ciudad), mientras que el Frente de Todos, sin internas, tiene como primer candidato a diputado nacional a Leandro Santoro, actual legislador porteño.

Esta se perfila como una de las elecciones más desafiantes para Pro en su bastión. El buen resultado que obtuvo Matías Lammens en las PASO de 2019 todavía es un fantasma en el larretismo y una advertencia de que un triunfo oficialista podría no ser tan holgado. En el plano legislativo, en agosto de 2019 el Frente de Todos sacó 605.575 votos, mientras que Vamos Juntos sacó 876.686. Juntos por el Cambio pone en juego 10 bancas nacionales en la Capital Federal y, el Frente de Todos, tres.

Otra preocupación en las filas larretistas, además del antecedente de 2019 en la pelea con la oposición (oficialismo a nivel nacional), es el rendimiento que tendrá la figura de Vidal ante la visible amenaza de una fuga de votos por derecha.

La apuesta de Rodríguez Larreta por el desembarco de la exgobernadora bonaerense en la Ciudad motivó resistencias internas. La elección porteña representa el partido más fácil para el espacio, pero el más complejo para el alcalde porteño, que busca sellar su liderazgo al frente de Juntos por el Cambio a nivel nacional con las elecciones de 2023 en la mira, un lugar al que también aspira la presidenta de Pro, Patricia Bullrich.

La disputa entre Larreta y Bullrich por el liderazgo del espacio no se saldó en el cierre de listas, coincidieron fuentes del espacio en diálogo con este medio. En este escenario, las apariciones del expresidente Mauricio Macri en el tramo final de la campaña fueron un intento de mostrarse unidos, sin fisuras.

Vidal se medirá con López Murphy y con Rubinstein. El economista de Republicanos Unidos, a quien las encuestas midieron con números optimistas, bastante por encima del piso necesario del 5 por ciento sobre el total, encendió alarmas en Pro. Si logra llegar al piso del 15% en la interna establecido por la alianza, con el reparto proporcional establecido por el Sistema D’Hont, y por el cambio hecho al reglamento de la alianza en la última semana, ingresará a la lista que tendrá el espacio de Juntos por el Cambio en las generales de noviembre.

El Frente de Todos, que lleva al legislador porteño Santoro como cabeza de lista, tiene como objetivo en esta elección mejorar la última elección de medio término, de 2017, donde lograron tres bancas en la Cámara de Diputados y seis legisladores. No existía el Frente de Todos sino Unidad Porteña, que llevaba a Daniel Filmus a la cabeza de la lista de diputados nacionales. El kirchnerismo está confiado en superar ese antecedente, y el desafío es plantearse como una alternativa competitiva para disputar la jefatura porteña en 2023.

A diferencia de la campaña en el territorio bonaerense, donde el oficialismo mostró a la vicepresidenta Cristina Kirchner y al presidente Alberto Fernández para acompañar a Victoria Tolosa Paz, en el distrito porteño no se jugaron esas cartas, sino que se apostó a la imagen de Santoro en una campaña menos nacionalizada, que se vio en los espacios públicos y en cafés porteños.

Las comunas en las que triunfó el Frente de Todos en 2019, la comunas 8 -con el 50,9% de los votos- y la 4 -con el 45,3%- constituyeron un factor de alarma en Pro, que obligó a reformular las formas de hacer, o no, política en los barrios populares. La agrupación “La Popular”, comandada por la ministra de Desarrollo Humano y Hábitat María Migliore buscó generar representación simbólica en los barrios populares y fidelizar el voto de los sectores más vulnerables.

Otro factor que preocupa al larretismo es la cifra de extranjeros residentes habilitados para votar en la Ciudad que, entienden, son más afines al Frente de Todos. El llamado “voto migrante”. En el distrito porteño la cifra de extranjeros residentes habilitados para votar aumentó 20 veces con el empadronamiento automático aprobado en 2018 y ahora son alrededor de 417.000.

También es una incógnita el factor Javier Milei: ¿Se verá reflejado en las urnas el apoyo que el excéntrico economista libertario cosechó en las redes y en los actos de campaña? El domingo pasado el economista cerró su campaña en un acto en Parque Lezama, en el que convocó a una multitud de militantes libertarios, con un encendido discurso antisistema.

Vidal endureció su discurso en las últimas semanas y lidia con el desafío de retener al núcleo duro de votantes del macrismo en la Capital, no solo por una buena performance de López Murphy, sino también de Milei. “López Murphy puede llegar a evitar la fuga por derecha a Milei en las PASO, pero en las generales será un enigma”, reconoció una fuente larretista a LA NACION.

El Frente de Izquierda de los Trabajadores también tiene una interna en la Capital Federal, en la que se enfrenta la lista encabezada por Myriam Bregman con la de Celeste Ferro. El espacio Libres del Sur lleva a Martín Hourest, y el partido Política Obrera propone a Marcelo Ramal. Además, Autodeterminación y Libertad lleva a Luis Zamora, Dignidad Popular lleva como candidato a Héctor Daniel Jaime, Mas - Movimiento al Socialismo- propone a Federico Winokur, el Partido Aptitud Renovadora a Juan Pablo Chiesa, el Partido Autonomista a Eduardo Awad, el Partido Federal a Julio Bárbaro, el Partido Renovador Federal a Lucas Jaszewski y el Partido Socialista Auténtico a Silvia Beatriz Vázquez.