Las llamativas maniobras oficiales en el edificio de Evita
Dos resoluciones del Ministerio de Planificación cambiaron el rumbo en la adjudicación de la refacción que costó $110 millones
"Era obvio que no podíamos participar de la licitación. Nos indicaron que no nos presentáramos y ahí se terminó la historia". En estricta reserva, desde una de las empresas interesadas en el proyecto revelaron cómo el Ministerio de Planificación se manejó en la refacción del edificio de Eva Perón, que costó $110 millones.
Fueron dos resoluciones oficiales las que, en lo formal, cambiaron el rumbo del proceso que culminó con un extraño aumento del 49% en el presupuesto. Por un lado, Planificación cambió las condiciones para participar del proyecto. Por el otro, aceleró los plazos para hacer la adjudicación y dejó afuera a una de las firmas que quería presentarse.
Desconcertadas, las empresas perjudicadas elevaron sus quejas e interpusieron recursos administrativos, pero sólo encontraron rechazos.
La obra atravesó un proceso inusual: el secretario de Obras Públicas, José López, anuló la licitación para "reducir costos", pero luego, en un segundo concurso, concedió un aumento de $36 millones en el presupuesto. En la primera licitación, la firma Bricons-Lanusse había hecho la mejor oferta al proponer realizar la obra por $ 87.777.014, pero el Ministerio de Planificación lo rechazó por considerarlo elevado. Semanas después, el ministerio le adjudicó la obra a Teximco SA por un total de $110.500.605.
Bricons-Lanusse objetó la decisión de revocar la primera licitación e interpuso un recurso de reconsideración, pero sólo obtuvo la negativa oficial. "Nos encontramos con una respuesta muy dogmática. Estaban decididos a hacer otra licitación", señaló Julio César Crivelli, el abogado que presentó el amparo ante el Ministerio de Planificación.
"No es habitual y no es conveniente que el Estado revoque una licitación porque sale mucho dinero. No es un estudio que uno se sienta en un ratito y le pone precio. Requiere horas de ingeniería y mucha plata", agregó.
Cambios en las condiciones
El primer y el segundo pliego presentaban textos iguales, con una excepción: se agregó como requisito que las firmas interesadas debían contar con "antecedentes en obras de restauración de edificios declarados Monumento Histórico Nacional", elemento que no había sido contemplado en un principio.
Consultado por LA NACION sobre los motivos que evitaron que Bricons ofertara en la segunda licitación, Daniel Raspagliesi, director de la firma, fue contundente: "No nos presentamos porque no reuníamos los requisitos impuestos en la segunda licitación".
Teximco SA, la empresa ganadora, había estado a cargo de la remodelación de la Basílica de Luján, una de las primeras obras que inauguró Néstor Kirchner, en 2003.
Creaurban SA fue otra de las empresas que se interesó en la obra desde el comienzo. Se presentó en el primer concurso, y en el segundo compró el pliego, pero no ofertó. En esa oportunidad, la firma remitió una carta al subsecretario de Obras Públicas, Abel Fatala, con inquietudes sobre las nuevas exigencias.
En ese escrito, desde la firma cuestionaron la alteración de las condiciones para participar del proyecto, cuando la intención era "reducir costos". "Entendemos que se ha deslizado un error involuntario, ya que por tratarse de un segundo llamado a licitación de la misma obra, no deberían modificarse los requisitos", dice el texto.
La celeridad con que se concretó el proceso fue el otro motivo que desconcertó a las empresas. Desde que se ordenó revocar la primera licitación hasta que se adjudicó la obra pasaron 78 días. "Es evidente que tenían una urgencia importante, porque en la segunda licitación los tiempos fueron récord", señaló uno de los profesionales que elaboró propuestas para el edificio.
Según consta en el expediente, los plazos oficiales dejaron fuera del proyecto a Creaurban, la única compañía que había comprado el segundo pliego y estaba dispuesta a participar.
En el escrito antes mencionado, la empresa le reclamó a Fatala una extensión de 30 días para presentar la oferta, ya que consideraban que la apertura de sobres se había producido dos días antes de lo convenido por el Estado. El Ministerio de Planificación se negó a conceder la prórroga.
Consultada sobre los motivos que impidieron a Creaurban quedarse con la licitación, Alejandra Kademian, apoderada de la compañía, remarcó: "Hubo poco tiempo entre el llamado a licitación y la apertura de sobres".
LA NACION contactó a los máximos responsables de Teximco SA para averiguar por qué no se presentaron en la primera licitación y sí en la segunda. "Estábamos con otros proyectos", justificó Facundo Calandrelli, director de la obra.
Reacción oficial
El ministro Julio De Vido cuestionó ayer la información publicada por este medio sobre la refacción del edificio. "El problema es Evita, no es la obra... es un problema ideológico", señaló. Y agregó: "Es como el tema de Evita. Sería bueno que lo expliquen, no lo explican porque no lo pueden explicar".
Desde que LA NACION reveló irregularidades en la obra, el Ministerio de Planificación no respondió ninguno de los reiterados llamados.
iruiz@lanacion.com.ar | mjastreblansky@lanacion.com.ar
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