Ley Bases | La frustrada negociación con los senadores de Santa Cruz, que mantienen los reclamos del gobernador Vidal

EL CALAFATE.- Los senadores por Santa Cruz, José Carambia y Natalia Gadano, dos de los tres votos que faltaban definir su posición y responden al gobernador Claudio Vidal, anunciaron que no darán quorum este miércoles en la sesión convocada para tratar la Ley Bases, el paquete de medidas enviado hace seis meses por el gobierno de Milei al Congreso. A través de un video, ambos senadores, pidieron que primero se traten la reforma fiscal y la modificación de la fórmula de aumento a los jubilados, antes de avanzar en la nueva versión de la “ley ómnibus”, Y denunciaron, además, presiones y falta de cumplimiento de lo prometido por el Gobierno.

“La única forma de poder saber nosotros que el Gobierno nacional va a cumplir con los eventuales cambios en una ley, por ejemplo si nosotros logramos salvar Aerolíneas, logramos sacar Ganancias, (la garantía) ry que realmente cumplan, es si primero se trata una ley, pasa a la Cámara de origen, ellos ratifican lo que hizo el Senado y después podemos tratar el resto”. Y agregaron: “Si no, no hay ninguna seguridad de ningún tipo de que cumplan con los pactos y los acuerdos”, aseguró Carambia, en un mensaje en video que grabó desde su despacho y distribuyó a la prensa.

Así, sobre el final de la tarde se reveló el misterio sobre la postura de los dos senadores santacruceños que hasta último momento navegaban sin definir la decisión final. “Hace varios días que estamos sufriendo presiones del gobierno nacional y realmente no cumplieron y ya quieren cambiar el articulo de minería, sabemos que el lobby minero es muy grande, que las empresas mineras deben estar intentando manipular el voto de los senadores”, afirmó Carambia en referencia a lo que hace solo díez días los santacruceños celebraron como una conquista propia.

A fines de mayo, Carambia y Gadano lograron la incorporación del aumento de regalías mineras de 3% a 5% en el dictamen del proyecto de la Ley Bases, en su paso por las comisiones. En ese momento destacaron la “apertura del diálogo del gobierno nacional”. Carambia aseguró que ayer Gadano recibió una visita -aunque no precisó de quién-, en la que le anunciaron que iban a cambiar el artículo en el cual se había aumentado el porcentaje del pago de las regalías mineras.

Antes de que se conozca el sentido del voto de los senadores santacruceños, en el gobierno provincial aseguraron que las negociaciones con la Casa Rosada estaban abiertas y supeditaron el voto de los legisladores a tres puntos claves: el traspaso de las áreas petroleras de YPF a Santa Cruz , la privatización de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) y la urgente continuidad de las represas hidroeléctricas. Tres temas estratégicos vinculados a la producción energética de la provincia.

Carambia, acompañado de Gadano, consideró que la Ley Bases “es una gran trampa legislativa” y afirmó que “dentro de esa ley hay centenares de leyes” y explicó que esa era la gran trampa, “en el eventual caso que tenga una aprobación en general, por más cambios que hagamos en algunos articulados” explicó “todo cambio que hagamos va a volver a la Cámara de Diputados y ésta puede ratificar el texto original y todos los cambios que hagamos los senadores van a ser completamente en vano”.

En la gobernación santacruceña, confirmaron a LA NACION que las negociaciones estaban abiertas con el gobierno nacional, solicitaban definiciones más precisas sobre el futuro de las actividades petrolera, carbonífera y la continuidad de las represas hidroeléctricas.

Punto por punto

En los últimos días, versiones de despidos y retiros voluntarios de la empresa publica YCRT sumaron inquietud y tensión a esta negociación entre la provincia y la Nación. Durante el paso por la Cámara baja, la empresa quedó dentro del paquete de las que se iban a privatizar, pero se incluyó la variable de que la privatización sería solo de manera parcial. “El gobierno de Javier Milei la quería privatizar totalmente, nosotros logramos que sea solo de modo parcial, en un esquema similar al de YPF”, explicó una alta fuente de la administración santacruceña.

Sin embargo, ahora requieren que haya más precisiones de la privatización parcial, que el Estado provincial retenga la mayoría accionaria y se establezca un esquema de propiedad participada. “Queremos que nos aseguren el modelo YPF, pero trasladado a YCRT”, aseguran desde Santa Cruz.

En tanto, en materia petrolera, desde enero Vidal lleva adelante la negociación del retiro de YPF de la explotación de los yacimientos convencionales en Santa Cruz, que según un comunicado de la provincia será el próximo 1 de septiembre. Por estos días se negocia los términos de ese retiro, según confirmaron fuentes de la gobernación santacruceña, que por ahora se encuentra en discusión la letra final. ¿Qué lo traba? La provincia quiere ser quien controle los llamados a licitación.

Si bien en la empresa petrolera estatal ya se avanzó en la reversión de las áreas y se encomendó al Banco Santander el proceso de venta de 55 áreas de explotación de petróleo y gas “convencional”, en lo que llamó el “Proyecto Andes”, Santa Cruz no acepta que la licitación la realice YPF, sino que reclama que el proceso licitatorio esté a cargo de la provincia, a través de los mecanismos que considere pertinentes y, en este caso, se diferenció del resto de sus pares patagónicos. Y ese es uno de los puntos que traba la negociación.

El tercer punto y quizás el más difícil de resolver en el corto plazo, es la reactivación de la obra de las represas “Néstor Kirchner” y “Jorge Cepernic”, paralizadas desde diciembre, el megaproyecto impulsado por el kirchnerismo en la década pasada. Hoy hay 1800 personas despedidas, y la promesa de una reincorporación, tras la posible reactivación.

La continuidad del emprendimiento depende del éxito de las gestiones del gobierno argentino con China para que se avance en la firma de la Adenda XII del contrato que permitiría el desembolso de los fondos para seguir con la obra. De reactivarse después del receso invernal, se garantizaría la continuidad de cientos de puestos de trabajo.-