Los cuadernos de las coimas: el juez Bonadio homologó el acuerdo con el financista Ernesto Clarens
La información que esta semana le entregó el exfinancista de los Kirchner, Ernesto Clarens, al fiscal Carlos Stornelli fue suficiente para que el juez de la causa de los cuadernos de las coimas, Claudio Bonadio decidiera homologar el acuerdo como "arrepentido".
Según publicó LA NACION, en su nuevo intento por acogerse a la figura del imputado colaborador, el financista entregó a la Justicia un archivo pendrive que contenía un una planilla que detalle 120 obras.
Clarens confirmó que él era el encargado de juntar esa plata, que empezaba con una obra pública "ganada" por una constructora.
A diferencia de Roberto Baratta , que retiraba la plata personalmente, sobre todo, de empresas energéticas, Clarens tenía que descontar los certificados de obra que se pagaban a medida que el proyecto tenía algún grado de avance.
El financista había iniciado su testimonio con la historia de cómo llegó al sur. Dijo que fue asesor financiero de otra constructora, Gotti, y que ese trabajo lo llevó a Río Gallegos. Contó que en ese momento, con Néstor Kirchner como gobernador, la empresa tenía varios problemas para cobrar sus contratos con la provincia. Habló, entonces, de su arte con los números para cambiar el rojo por azul en los números de la compañía.
El rol que cumplió Clarens, según su testimonio, era uno de los engranajes de un sistema simple. Las compañías cobraban su certificado de obra y, luego, todos iban a las oficinas del financista. Inmediatamente, el dueño de Invernes aplicaba una quita del 20%. El 10% era retorno, el monto que entregaba después a los emisarios de Kirchner; el porcentaje restante se computaba al pago por el costo de generar dinero en negro.