Los planes de Cristina Kirchner para poder gobernar sin mayoría
Fueron dos años duros. Y no habrá festejos hoy, cuando Cristina Kirchner cumpla la mitad de su mandato. Confiada en una posible recuperación económica para el próximo año y el empuje que pretende darle a la gestión con los festejos del Bicentenario, el Gobierno apuesta a una moderada estabilidad para transitar el camino hacia 2011.
Hay en carpeta varias medidas en las que los Kirchner podrían avanzar para retomar la iniciativa política con la que habían logrado sortear, momentáneamente, los ecos de la derrota electoral de junio, que la semana pasada los volvió a descolocar con la pérdida de poder en el Congreso.
Entre los proyectos que están aún en estudio en la Casa Rosada, que por el momento quedaron postergados para el año próximo, figura una nueva ley de entidades financieras, el retorno del proceso de argentinización de la petrolera YPF, y el lanzamiento de una gran reforma educativa, que contendría unas 200 medidas, que estaba previsto que se anunciara esta semana pero pasó para febrero.
Esas fueron parte de las evaluaciones que, según confiaron a LA NACION tres funcionarios de la Casa Rosada, la Presidenta tuvo en estudio para cerrar el año y que posiblemente pueda avanzar con ellas en los próximos meses.
Todas las medidas, de anunciarse, tendrán como denominador común el acercamiento del Gobierno a la centroizquierda, el espectro político que el matrimonio Kirchner tiene como objetivo reconquistar para conseguir apoyo en sus futuros proyectos.
La Casa Rosada ya dio aviso de que el Congreso funcionará por iniciativa del oficialismo poco y nada. Y advirtió, en boca del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, que el Poder Ejecutivo estará dispuesto a vetar las leyes que sean aprobadas por el voto de la oposición.
Avanzar con la presentación de un proyecto para la regulación de los bancos, una iniciativa con la que coqueteó el ahora diputado Néstor Kirchner, sería una manera de acercar posiciones con los bloques de izquierda. De hecho, el más fuerte impulsor de un cambio en la ley de entidades financieras es el flamante diputado Carlos Heller. El banquero está esperanzado, según confiaron en su entorno a LA NACION, de que Kirchner finalmente insista con su proyecto. Pero quedó descartado para lo que queda de este año.
Lo mismo sucede con la posible compra de acciones en YPF, para avanzar en la argentinización después de que la empresa de Enrique Eskenazi accediera a una parte de la compañía. "Se está pensando para el año próximo. Todo está en estudio", dijo un vocero oficial.
Tras la pérdida de legisladores en el Congreso, la Presidenta intentará conquistar a la centroizquierda. La Casa Rosada tiene como desafío conseguir a los aliados más rebeldes, como Fernando Pino Solanas, Eduardo Macaluse o Claudio Lozano, que en la sesión de la semana pasada en Diputados respaldaron la postura de la oposición para quitarle poder al oficialismo. Con el sector que conforman Heller y el ex intendente de Morón, Martín Sabbatella, el acercamiento ya es un hecho. De todas maneras, Kirchner ordenó que esos aliados se mostraran ante la opinión pública como independientes del Gobierno.
En el palacio de Gobierno confiaron a LA NACION que está pendiente un recambio de las segundas líneas del gabinete, obligado por la inminente salida del secretario de Medios, Enrique Albistur. Cristina podría anunciar su reemplazo junto con otras modificaciones obligadas. Tendrá que definir el reemplazante de Marta Oyhanarte y de Juan Manuel Abal Medina, el vicejefe de Gabinete que se iría a trabajar con Kirchner al Congreso.
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