Los protagonistas de la crisis de 2001, lejos del poder y sin planes políticos
Los principales hombres de la Alianza volvieron a la actividad privada; sólo resisten los del peronismo
Los protagonistas de la crisis de 2001 no consiguieron, cinco años después, acercarse otra vez al poder. La mayoría de los que estuvieron en los últimos momentos del gobierno de Fernando de la Rúa viven hoy bien lejos de la política.
Desde que renunció a la presidencia, De la Rúa vive obsesionado por demostrar que hubo un complot para desalojarlo de la Casa Rosada. Escribió un extenso libro y su hipótesis llegó a la Justicia. No hay aún elementos que prueben esa teoría, según indican fuentes judiciales.
El ex presidente declaró anteayer ante el juez Daniel Rafecas por la causa de las coimas en el Senado para sacar la ley de reforma laboral. El juez debe ahora resolver si lo procesa o no.
De la Rúa ya tiene un procesamiento por la causa del megacanje de la deuda pública, igual que su ministro de Economía Domingo Cavallo.
El único de los ministros que volvió a medirse en las urnas luego de su paso por el gobierno que terminó de la peor manera el 20 de diciembre de 2001 fue Ricardo López Murphy, aunque había renunciado al Ministerio de Defensa meses antes de la caída.
López Murphy fue candidato a presidente en 2003 y a senador nacional por la provincia de Buenos Aires en 2005. Es socio fundador con Mauricio Macri de Propuesta Republicana y el año próximo podría ser candidato a diputado nacional.
Cavallo pasa la mayor parte de sus días en Estados Unidos, donde vive su familia. Se fue después del caos del corralito creado por él y comenzó tiempo después a dar conferencias en Boston. Hoy tiene una consultora.
Tuvo un amargo intento de volver a la política hace más de un año, cuando anunció que iba a presentarse como candidato a diputado con su esposa Sonia en la misma lista. La reacción de la gente fue tan mala que se arrepintió antes de que le armaran la primera protesta en sus narices. Las encuestas habían reflejado una casi inexistente intención de voto.
Si bien no estaba ya en la vicepresidencia cuando De la Rúa renunció, Carlos "Chacho" Alvarez meditó más de cuatro años su regreso a la política. Néstor Kirchner siempre pensó en que el ex vicepresidente debía volver, que no era lo mismo que De la Rúa.
Después de un largo silencio, Alvarez hizo un programa en la televisión por cable de debates académicos, que luego abandonó. Al final aceptó suceder a Eduardo Duhalde al frente del Mercosur cuando el ex caudillo bonaerense se peleó con Kirchner. Alvarez tiene hoy en ese cargo un perfil bajo y hasta ahora no tiene ningún plan político personal.
El entonces jefe de Gabinete Crystian Colombo, uno de los últimos en irse de la Casa Rosada el día en que se fue De la Rúa y asumió Ramón Puerta, se dedica hoy a los negocios. Es socio de un fondo de inversión.
Adalberto Rodríguez Giavarini, ex canciller, tampoco volvió a la política y preside la sede en la Argentina de la Fundación Carolina
El grupo "sushi", que lideraba Antonio de la Rúa y que tuvo una influencia importante en el entorno presidencial, se reconvirtió bien lejos de la política. Darío Lopérfido vive en España, asesorando a un grupo de medios. Y varios de los integrantes, como Lautaro García Batallán, siguieron a Antonio de la Rúa en su nueva vida: forman parte del equipo que trabaja con la cantante colombiana Shakira, la novia-estrella del hijo del ex presidente. A ese grupo se sumó el otro hijo de De la Rúa, Aíto.
Nicolás Gallo, que fue secretario general de la Presidencia y era amigo de De la Rúa, se ocupa de la producción agropecuaria, inició un negocio de potabilización de agua y tiene negocios inmobiliarios en Punta Indio.
Héctor Lombardo, ex ministro de Salud, volvió a su profesión: vende remedios para una droguería. Una de sus frases más recordadas fue cuando dijo que De la Rúa tenía artereoesclerosis. "Los que nos fuimos después del golpe en el que derrocaron a De la Rúa volvimos a nuestros trabajos", dijo Lombardo a LA NACION.
PJ dividido
Hace cinco años, el peronismo regresaba al poder y los dirigentes que tuvieron una participación clave en los agitados días de diciembre de 2001 y comienzos de 2002 están casi todos fuera de la estructura de poder que maneja el presidente Néstor Kirchner.
Kirchner fue hace cinco años, cuando era gobernador de Santa Cruz, uno de los que quedaron relegados durante el armado del plan que siguió a la caída de De la Rúa. Kirchner quería elecciones lo más rápido posible. Pero el peronismo optó, después del paso de Adolfo Rodríguez Saá por la presidencia durante una semana, por elegir en Asamblea Legislativa a Eduardo Duhalde para completar el fallido mandato aliancista.
La muerte de los piqueteros Maximiliano Kosteky y Darío Santillán en la represión del puente Avellaneda, en junio de 2002, hizo que Duhalde llamara a elecciones anticipadas.
Al final, Kirchner ganó las elecciones de 2003, luego rompió su relación con Duhalde y se encamina hoy a pelear la continuación de su proyecto político el año próximo.
Puerta, el político que sucedió a De la Rúa el 20 de diciembre de 2001 por ser en ese momento presidente provisional del Senado, intenta hoy, por ahora sin demasiado éxito, sumar al peronismo disidente de Kirchner a Macri y a Roberto Lavagna. Quiere consolidar un frente antikirchnerista.
Por ahora, Lavagna rechazó esa alianza después de que Puerta se sacó una foto con Raúl Padró, Julio César Aráoz y Miguel Angel Toma en el lanzamiento del Peronismo de Pie, el sector anti-K. Si no prospera un acuerdo con Macri, Puerta pretende lanzar desde el PJ opositor un candidato a presidente para 2007.
De presidente a senador
Adolfo Rodríguez Saá, el presidente de los siete días, está hoy también lejos del poder y no alineado con la estructura kirchnerista. Sigue en su banca del Senado y su objetivo político, además de conservar el poder en San Luis, es dar la pelea por la normalización del PJ. Detrás de esa meta está también el gobernador de Salta, Juan Carlos Romero.
Duhalde, tras abandonar su cargo en el Mercosur y pelearse con "su" candidato, se regodea diciendo que está alejado de la política de primera línea y que sólo se dedica a construir la Comunidad Sudamericana de Naciones. Muchos no le creen.
Algunos lo señalan como uno de los que apuestan a la candidatura de Lavagna, que también fue su ministro de Economía. Pero el dice que no. Anteayer apareció en una reunión del PJ bonaerense como un "simple afiliado", algo muy difícil de creer en un hombre que manejó ese sector hasta que Kirchner decidió desalojarlo de la hegemonía política que el ex presidente ejerció durante años en la provincia de Buenos Aires.
Fuentes que conocen a Duhalde aseguran que con la candidatura del vicepresidente Daniel Scioli en el distrito bonaerense comienza "el regreso" del ex presidente.
Carlos Ruckauf, que en 2001 era el poderoso gobernador bonaerense, cumple el papel de diputado "raso" y se convirtió en comentarista en un canal de televisión.
El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, que tuvo su protagonismo en la crisis, hoy busca que uno de los suyos se quede en la provincia. Carlos Reutemann, gobernador de Santa Fe en 2001, se negó a volver a pelear la gobernación, sigue en su banca del Senado, niega que pueda ser algo más que senador el año próximo y está ahora de luna de miel.
La mayoría de los dirigentes del PJ que estuvieron hace cinco años en la Casa Rosada todavía no pueden creer todo lo que pasó desde que De la Rúa subió al helicóptero con la renuncia in péctore.
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