Luis Rodríguez, un magistrado que llegó sospechado y hoy es blanco de la Cámara
El tribunal, como con De Vido, volvió a darle la razón al fiscal Stornelli
Luis Rodríguez pertenece a la última camada de jueces de primera instancia que llegó a Comodoro Py. Fue designado hace seis años y contó con un apoyo decisivo: el del auditor general de la Nación Javier Fernández, hombre cercano al exjefe de los espías Jaime Stiuso.
Fernández tuvo una enorme influencia en la selección de jueces durante casi todo el kirchnerismo. Además de ser amigo cercano durante años de Rodríguez, es el padrino de su hija. Hoy, junto con la pérdida de poder de su mentor, Rodríguez tiene cada vez más frentes abiertos en Comodoro Py por su desempeño en casos contra exfuncionarios kirchneristas.
La Cámara, que ayer lo apartó de la causa de Daniel Muñoz, ya le había marcado la cancha en el caso Río Turbio. Igual que ahora, Rodríguez se enfrentó entonces con el fiscal Carlos Stornelli , que le había pedido la detención de Julio De Vido . Rodríguez se la negó y apartó incluso a Stornelli. Pero la Cámara le ordenó que promoviera la detención y repuso a Stornelli. Rodríguez tiene además un caso contra De Vido por enriquecimiento ilícito. Por ese delito, sobreseyó al exsubsecretario legal y técnico Carlos Liuzzi.
La llegada de Rodríguez a Comodoro Py fue accidentada. Estuvo sospechado de haber hecho trampa en el examen del Consejo de la Magistratura. Doce días antes de la prueba, desde su juzgado llamaron a otro tribunal para pedir copia de un fallo que resultó ser muy parecido al que finalmente se tomó (que era, en teoría, sorpresa). Cuando LA NACION dio a conocer el hecho, Rodríguez negó haberlo pedido o haber solicitado que alguien lo pidiera por él, pero luego una funcionaria suya declaró lo contrario. No obstante, la investigación del Consejo se cerró, igual que una causa que abrió y cerró la jueza María Servini.
Pese a las sospechas, a Rodríguez lo nombraron juez tras un acuerdo entre macrismo y kirchnerismo. Entonces, al macrismo le interesaba que el concurso se destrabara. Eso permitió sacar a Norberto Oyarbide de la causa de las escuchas, que subrogaba, donde estaba procesado Mauricio Macri. Hoy, el oficialismo mira a Rodríguez con desconfianza. Ya por el caso Río Turbio lo criticaron Elisa Carrió y Laura Alonso, que pidió que el apartado fuera él.