Macri faltará a la ONU y quiebra una asistencia perfecta desde 2002
Asistirá la vicepresidenta Michetti; los problemas en la rodilla presidencial aceleraron la decisión
La maltrecha rodilla derecha, con operación reciente incluida, aceleró definitivamente una decisión que ya estaba tomada desde hace mucho tiempo. Mauricio Macri será el primer presidente argentino que no concurra a la Asamblea General de las Naciones Unidas desde que Eduardo Duhalde declinó la invitación en la convulsionada realidad política de septiembre de 2002. En su reemplazo, la vicepresidenta Gabriela Michetti hablará ante el plenario de países el próximo 20 o 21 de septiembre, en un espacio de alta visibilidad que Néstor y Cristina Kirchner utilizaron para defender su gestión de gobierno durante los doce años que duró el kirchnerismo en el poder.
"La única cercanía que tenían los presidentes anteriores con el mundo eran estas reuniones de la ONU. Hoy, el mundo ya conoce el cambio que encarna el Presidente, y que queda claro en los innumerables foros internacionales de los que participó en los últimos dos años", afirmaron a LA NACION altas fuentes de la Casa Rosada. Más allá de la crítica directa al "aislacionismo" kirchnerista, los funcionarios cercanos al Presidente aseguran que la decisión de no ir en 2017 -prometen que Macri irá el año próximo, ya como titular del G-20- "comenzó a pensarse cuando terminó la cumbre del año pasado", donde Macri fue uno de los oradores y se mostró como representante de una Argentina integrada al mundo. "Los argentinos estamos listos para entrar al siglo XXI y asumir nuestro rol en la comunidad internacional", dijo en aquella oportunidad el Presidente.
La alta exposición internacional del Gobierno y los problemas del Presidente para movilizarse -según sus médicos y quienes lo rodean no está listo para viajes largos y largas caminatas como las que se dan en estos encuentros- son sólo dos de las razones. Lo cierto es que, al igual que durante los dos años en los que fue diputado nacional y los ocho que ejerció como jefe de gobierno porteño, a Macri lo aburren los largos discursos en salones semivacíos, como los que sí solían disfrutar otros mandatarios como Carlos Menem y Cristina Kirchner. "Él siente que su gran aporte pasa por otro lado. Y además no es el único caso en la historia: ni (Raúl) Alfonsín ni Menem fueron a la ONU todos los años que duraron sus mandatos", justificaron a LA NACION en un importante despacho.
En el Gobierno juran que la inminencia de las elecciones legislativas -que serán un mes después de la Asamblea, que se desarrollará del 19 al 21 de septiembre- no tiene "nada que ver" con la decisión de no concurrir. La multitud de invitaciones ya cursadas por otros mandatarios, entre los que están el francés Emmanuel Macron y el secretario general de la ONU, António Guterres, serán atendidas por la vicepresidenta y el canciller Jorge Faurie, que formará parte de la delegación, al igual que el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo.
Cerca de Michetti reconocieron su alegría por tamaño compromiso. "Está muy contenta. Las relaciones internacionales son su fuerte y éste es un lindo desafío", afirmó a la nacion una colaboradora de la vicepresidenta, que tiene previsto regresar al país en la noche del 21 de septiembre. Un detalle: el equipo de comunicación que viajará no será el que habitualmente trabaja durante los viajes del Presidente, y la difusión de la participación de Michetti estará a cargo de su vocera, Paula Shuster.
Si bien aún se están elaborando las grandes líneas de su discurso, Michetti no buscará atraer la atención con un discurso de alto impacto, una tentación a la que sucumbieron Alfonsín, que en 1985 pidió a Estados Unidos que dialogue con América latina para "sostener las democracias", en aquel momento inestables; Carlos Ruckauf (como canciller pidió en 2002 a Jordania que Gabriela Arias Uriburu pueda ver a sus hijos), o Néstor Kirchner, que en 2003 denunció la "terrible carga" de la deuda externa. Ni hablar de Cristina Kirchner, que solía fastidiar a los presidentes de las grandes potencias con sus largas alocuciones y las críticas a "un mundo insostenible con este nivel de inequidad", como dijo en su último discurso ante la Asamblea, en septiembre de 2015.
"Claramente, Mauricio y todo el Gobierno tienen otro estilo", reconocen cerca del Presidente, que se salteará de ese modo el viaje a Nueva York, aunque sólo por este año, según prometen.
FMI: optimismo y sugerencias
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El director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, aseguró que la Argentina atraviesa "un proceso de recuperación económica importante", aunque remarcó que el Gobierno debe consolidar "una reforma microeconómica". Dijo que eran "optimistas" en cuanto a la recuperación económica, el empleo y la inflación", pero pidió avanzar hacia "una regulación menos onerosa" que "promueva la inversión", en una entrevista con Radio Con Vos.