Mariotto: "Tengo un departamento en Marbella, quizás deba venderlo"
El vicegobernador bonaerense se refirió a la polémica por las declaraciones patrimoniales; hizo un balance de su primer año frente a la Legislatura y analizó su relación con Scioli
No vuela una mosca en el anexo del Senado bonaerense, en la esquina de 7 y 49, en La Plata. Es enero y los despachos están cerrados. Sólo en el segundo piso hay algo de movimiento. El vicegobernador de la provincia, Gabriel Mariotto, no se tomó vacaciones.
"No puedo ir a decirle a la Presidenta, con todas las responsabilidades que ella tiene, que estoy cansado", justifica.
El ultrakirchnerismo le sale por los poros y lo luce orgulloso. Describe su relación con el gobernador Daniel Scioli como "frontal", y para referirse al sciolismo habla de "la política tradicional" de la provincia. "Creo que a lo largo del año, a pesar de las descalificaciones, los melones se acomodaron con el andar del carro", señala sobre el escenario provincial.
No puedo ir a decirle a la Presidenta, con todas las responsabilidades que ella tiene, que estoy cansado
Anticipa que el proyecto de ley de ética pública será uno de los prioritarios en la Legislatura bonaerense. Aunque quiere evitar las chicanas, se enreda al abordar la polémica de los patrimonios de los funcionarios públicos . En su declaración jurada le pesa un departamento que tiene en Marbella y por el cual percibe alquileres en euros. "Quizás deba venderlo", admite.
Cuando se le pregunta por el futuro del kirchnerismo, tiene una respuesta muy clara. "Las instrucciones las dará Cristina Kirchner", dice. En un diálogo con LA NACION, poco habitual para el manual kirchnerista, hace un balance de lo que fue su primer año como segundo de Scioli y repite como un mantra: "Hemos hecho aportes de gestión, no pusimos palos en la rueda".
-Qué bueno poder hablar...
-Sí, es cierto... Es que está muy difícil la cuestión. Los medios operan mucho, demasiado. Uno dice una cosa y toman otra, o quizás, de asuntos no confirmados, hacen un título de tapa...
-¿No cree que si hubiera canales de diálogo se podrían evitar esos malos entendidos?
-Es posible. Pero el asunto es que nosotros estamos gestionando, no hacemos operaciones. No se puede hacer política como en la década del 90, con posicionamientos mediáticos. Por ejemplo, en este Senado, desde que llegamos hubo una cambio cultural, con nuevos cuadros militantes. Y se mejoró en grandes aspectos, por ejemplo, bajaron los tratamientos sobre tablas y aumentó la discusión en las comisiones. O sea, aquí volvió la política, la gestión.
-¿Cree que el Ejecutivo provincial lo vio así?
-Por supuesto que quienes nos miraron desde la política tradicional supusieron que este Senado opinó sobre la gestión porque pretendía reclamar otras cosas. Creían que buscábamos un cargo, entonces siempre nos pusieron bajo sospecha. Pero con los meses pudimos demostrar que todo lo que pidió el ejecutivo, fue abordado con responsabilidad.
No se puede hacer política como en la década del 90, con posicionamientos mediáticos
-¿Se pudo coordinar el trabajo con el gobernador durante el 2012?
-El Ejecutivo propuso y nosotros aportamos a esa propuesta. Y también tuvimos iniciativas propias. Hicimos aportes, no cuestionamientos. No es que estamos reclamando otra cosa, no hay palos en la rueda, hay preocupación por la gestión. Creo que a lo largo del año, a pesar de las descalificaciones, los melones se fueron acomodando con el andar del carro.
-¿Cuáles son los tres temas que rescataría de los que se trataron el año pasado?
-Creo que avanzamos en la democratización de la Justicia. Porque advertimos que en los problemas de seguridad, además del mal desempeño de la policía, había a veces un fiscal y un juez que tampoco habían abordado el tema con responsabilidad. Entonces planteamos la creación de una policía judicial y de la secretaría de jury de enjuiciamiento. Y también trabajamos para renovar el consejo de la magistratura, tras advertir que las corporaciones de la justicia se van votando entre sí para elegir a los jueces.
-¿De esa manera entiende el pedido de la Presidenta de democratizar la Justicia?
Creo que a lo largo del año, a pesar de las descalificaciones, los melones se fueron acomodando con el andar del carro
- No, claro que siempre se puede ir más allá. Pero acá hay que ponerle luz a las decisiones de la justicia. Porque hay connivencia de la policía con el delito, pero también de la justicia y la política, con la policía y con el delito.
-Es enero y está prácticamente solo en el edificio, ¿Ya está trabajando?
-Sí, me di cuenta que no me hace bien irme de vacaciones, porque si pasa algo y uno no está, puede ser muy complicado. Además yo no puedo ir a decirle a la Presidenta, con todas las responsabilidades que ella tiene, que yo estoy cansado. Me gusta estar acá, tranquilo, para proyectar lo que va a ser el trabajo del año.
-¿Puede adelantar algo?
-Estamos viendo los proyectos que se van a abordar. Vamos a profundizar los temas de seguridad y justicia. Después hay otras dos urgencias: las inundaciones y la recolección de residuos . Y para las primeras sesiones, el proyecto de ley de ética pública, para trasparentar las acciones de los funcionarios.
- Le dio impulso a ese proyecto justo cuando estalló la polémica por las declaraciones de Ricardo Darín y después de que la Presidenta retó a Scioli por sus ahorros en dólares....
- Esto sale a la luz después de los dichos de Darín , pero nosotros veníamos trabajando desde octubre. Yo fui funcionario nacional hasta el 2011 y presenté año por año mi declaración jurada [de bienes personales ante la Oficina Anticorrupción]. Cuando llegué a la provincia quise entregarla me encontré con la sorpresa de que no la presentaban. Entonces encontré un proyecto de ley del senador Ricardo Vázquez, del FAP, que lo que proponía era asemejar la responsabilidad de los funcionarios provinciales a la de los nacionales. Así que convoqué a Vázquez y le dije que nuestra intención era darle impulso.
-¿Cómo es posible que una asesoría del gobierno recomiende no mostrar la declaración jurada del gobernador?
-Esta es una provincia que ha sido muy conservadora. Hay que iluminar y transparentar todas las acciones de gobierno. Esto no es una pulseada, como lo miran quienes vienen de la política tradicional o algunos medios de comunicación...
-¿Cree que Scioli debería haber hecho pública su declaración jurada cuando se despertó la polémica?
-Yo no puedo hablar por el gobernador. El gobernador tiene su declaración jurada al día, lo que no existe es una ley que lo obligue a mostrarla.
-¿Está de acuerdo con la crítica que le hizo la Presidenta a Scioli por sus ahorros en dólares?
-Yo creo que en nuestra Argentina de hoy, la Presidenta resolvió muy bien al pesificar sus ahorros, porque simbólicamente está fortaleciendo la economía de nuestro país. Entonces ese ejemplo de la Presidenta lo tendrían que seguir todos los funcionarios y los ciudadanos. Porque hablar de moneda extranjera es de una Argentina retrógrada, la de los préstamos al exterior. Esta Argentina, desde la llegada de Néstor Kirchner, no pide préstamos y asume los compromisos con mucha soberanía política. Entonces, yo creo que tenemos que pensar en nuestra moneda.
-Usted sí presentó declaraciones juradas como funcionario. En esos documentos declara una propiedad en Marbella, por la cual percibe rentas en euros…
Hablar de moneda extranjera es de una Argentina retrógrada, la de los préstamos al exterior.
-(Risas) Es cierto. Tengo alquilado un departamento en Marbella desde el año 2002. Es un inmueble que compre con un crédito a 40 años con el 4% de interés... Esos créditos que daban en la Europa de la burbuja... Es que hubo una etapa de mi vida en la que trabajé en España, fue en el momento de la crisis en 2001, trabajé con proyectos culturales... Estuve un año con mi familia y emprendí la posibilidad de tener un departamento porque conseguí un crédito que le daban a los no residentes. Había dinero en Europa y los bancos prestaban... Yo recibí un crédito y, como corresponde, está en mi declaración jurada
-Entonces, en la Argentina de hoy, ¿Debería vender ese departamento de España?
-(Risas) Es posible, es posible que deba venderlo. Lo que fue un plan familiar en una etapa, hoy cambió. Yo ya no vivo en España... Ojo que Marbella suena como un lugar pomposo pero yo fui a trabajar... Y es un departamento de un sector medio, muy sencillo...
-Scioli dijo que la de ustedes es un "buena relación", no una gran relación, pero buena. ¿Usted cómo describiría el vínculo con el gobernador?
-Es una relación como siempre, muy frontal. Creo que al principio el gobernador y su sector tenían desconfianza. Y ahora se ve como una relación muy frontal , nada se esconde debajo del poncho. Todo se plantea de frente, en aportes de gestión, no en pulseadas políticas. Al principio miraban a nuestros aportes con sospecha, pensando que queríamos un ministerio o una secretaría. No, no queremos nada de la disputa tradicional, lo que queremos es discutir ejes de gestión, no la zoncera de los dirigentes.
-¿Qué decisión política rescata de Scioli?
-(Piensa extensamente) Creo que hay una preocupación seria por los temas de salud y hay que seguir profundizándolos. Creo que la política de salud, aún con los problemas que persisten, forma parte de la gran preocupación del gobernador
-Ya saliendo de la gestión y yendo a la arena política, como dirigente del kirchnerismo ¿Qué proyectos se plantea?
-Mirá, aquí conduce la Presidenta y el resto somos todos auxiliares de la conducción que recibimos instrucciones políticas. Yo no tengo expectativas, ni personales, ni sectoriales. Quiero dejar todo, dejar la vida en cada oportunidad y recibir instrucciones de nuestra conducción. Está probado que Cristina no sólo es conductora porque es la Presidenta, es la conductora porque es la que recibe el amor de su pueblo, es lo que la hace especial.
Yo no estoy preocupado por lo que va a ocurrir con el sector o conmigo, lo que me gusta y lo que disfruto es ser parte del racimo, ser parte de un grupo de compañeros que tiene en el vértice a su amor por la Presidenta
Aquí conduce la Presidenta y el resto somos todos auxiliares de la conducción que recibimos instrucciones políticas
-Entonces, ya no personalmente, sino como proyecto político ¿Cree que sería positivo plantear una reforma constitucional para habilitar un tercer mandato de Cristina?
-Eso no lo puedo decir yo. Hay que esperar a las instrucciones de la Presidenta, ella será la que va a echar luz sobre cómo va a continuar el proyecto político. No me adelantaría. De todas formas ahora no advierto que haya dirigentes que tengan la estatura política, humana, sensible e intelectual de Cristina. Pero confiamos claramente en las instrucciones de la Presidenta. Lo que es claro es que este proyecto no puede terminar.
Hay que seguir profundizando el modelo.
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