Marta Yáñez: "Priorizamos el trabajo serio sobre la información manipulada"
A un año de la instrucción, la jueza de Caleta Olivia afirma que no apresurará las indagatorias
CALETA OLIVIA.- La jueza federal Marta Yáñez instruye hace casi un año la causa por la desaparición y búsqueda del ARA San Juan. El expediente abruma por la cantidad de documentación que acumula a lo largo de 14 cuerpos, los tecnicismos que encierra en más de 60.000 fojas de documentación reservada y la intensidad de los 70 testimonios recogidos.
Pero la jueza aún no hizo imputaciones, ni pedidos de indagatorias: ella asegura que no se apresurará a llamar a los presuntos responsables hasta tanto no cuente con la mayor cantidad de información sobre la tragedia. En diálogo con LA NACION, afirmó que su mayor compromiso es con las familias de los 44 tripulantes del submarino.
-¿Cómo vivió el año de instrucción de la causa?
-Es una megainstrucción por la complejidad de los temas y por las circunstancias. Es un tema que nos conmocionó a todos los argentinos y siento un compromiso muy grande con las familias y los camaradas de los 44 tripulantes. Llevamos más de 70 testimonios, entre ellos, toda la tripulación del ARA San Juan que no embarcó, la dotación complementaria, excomandantes del submarino, la comisión investigadora y varios allanamientos.
-¿Qué elementos analizó hasta ahora?
-Tuvimos aspectos muy específicos para analizar, desde el estado del submarino hasta las reparaciones que pudiesen haberse efectuado y la auditoría sobre el Comando de la Fuerza de Submarinos, entre otros. Tratamos de identificar los problemas, cómo se operaba cada sistema en la nave y también determinar cuál era la misión que llevaban. A nadie se le escapa que la localización del ARA San Juan y una imagen permitirían descartar alguna hipótesis o reforzar otras. Tenemos que esperar a que prosiga la búsqueda en febrero.
-¿Cuándo estima llamar a declaraciones indagatorias?
-Para llamar eventualmente a indagatorias tengo que tener un panorama cerrado de cómo habrían sido los hechos que me lleve a la conclusión de que hay algo para imputar. No me voy a apresurar a llamar a indagatoria.
-¿Qué falta para cerrar la instrucción de la causa?
-Restan pruebas importantes. Se pidió que un perito de la Corte Suprema traduzca el informe publicado por la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (Ctbto, por sus siglas en inglés). Sería fundamental localizar la nave o, al menos, tener imágenes que arrojen datos que puedan ser peritados; tengo que determinar todo un cuadro de circunstancias. No voy a prescindir del resultado que arroje Ocean Infinity (la empresa contratada para rastrear al submarino). Todavía no está cerrada la búsqueda.
-¿La hipótesis del ataque está descartada?
-Más que una convicción firme estamos en la Argentina y, así como tiene 44 millones de técnicos de fútbol, en esto todos opinan y hay muchos que están convencidos de que fue un ataque exterior. Llegado el caso, ver la nave permitiría descartarlo o no. Pero, hasta acá, sería descartable esa hipótesis.
-¿Hay jefes de la fuerza que aún no fueron llamados?
-Dentro de la cadena de cada comando hay distintas responsabilidades y hay que ser muy cautelosos. Yo no voy a precipitarme, no me quedo solo en la cabeza de cada comando. Estamos trabajando sin pausa, pero sin prisa. Yo tomo las testimoniales, no delego nada. Lo peligroso es que se larguen títulos sobre la base de una sola prueba, cuando hay una situación que amerita el análisis de toda la prueba concatenada.
-¿Cómo resumiría este año de investigación?
-Somos todos seres humanos, automáticamente cuando vamos a la primera foja de la causa, nos duele el estómago... Hace un año estábamos esperando a los 44 con vida. Todos estábamos esperando que aparecieran. Además de la consternación que nos provocó, tuvimos que mantener la cabeza fría para ordenar lo que había que ordenar en la causa. Tengo que tener pruebas directas de que si algo falló, qué consecuencia pudo haber tenido.
-¿Recibió apoyo del Poder Judicial?
-La Corte me ha dado cargos, pero los que seguimos dedicando al submarino somos cuatro o cinco. Es la causa que más tiempo nos lleva y compromiso acarrea, nos compromete sobremanera y estamos abocados a trabajarla con la minuciosidad que requiere.
-¿El estado de mantenimiento en que se encontraba la nave pudo ser la causa de su desaparición?
-Hay quienes hacen la diferencia entre que el submarino esté operativo y esté para hacer una navegación en particular. Porque no es lo mismo que pueda navegar a que pueda cumplir una misión específica. Los mantenimientos, por razones presupuestarias, no están a norma. Eso no le resulta ajeno a ningún argentino.
-¿Siente presiones a la hora de investigar la causa?
-La única presión que tenemos nosotros es la propia. No es caprichoso que el trámite sea reservado, para que no sea utilizado por el poder político ni para hacer campaña. Hemos priorizado el trabajo serio por sobre la manipulación de información. Hoy capaz que no es noticia, pero todos los días estamos trabajando.