Michetti resiste su pase a la provincia y complica a Pro

Mauricio Macri y su principal armador político, Emilio Monzó, escucharon la novedad con inquietud y una mueca de nerviosismo. "No dejen de buscar otras alternativas porque no es seguro que vaya a provincia", les dijo Gabriela Michetti, diputada por la Capital y una de las piezas clave del proyecto político que el jefe de gobierno porteño imagina para 2013 y 2015.

El diálogo, confirmado a LA NACION por fuentes cercanas a la ex vicejefa del gobierno porteño, se dio en los últimos días y complica la arquitectura electoral que Monzó viene diseñando por orden de Macri. El plan presupone a Michetti a la cabeza de la lista de los diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires y a Horacio Rodríguez Larreta y Federico Pinedo, entre otros, disputando la senaduría por la Capital, en internas abiertas el año próximo.

"Sería una locura adelantarme cuando nadie lo ha hecho. Voy a decidirme a fin de año", reiteró en las últimas horas Michetti a sus dirigentes de confianza. Desde ese entorno afirmaron que la diputada preferiría ser candidata a senadora por la Capital "por el peso político que tiene ese cargo en relación con el de diputado". Y agregaron, a modo de definición a futuro, que "ella no ha resignado su deseo de ser jefa de gobierno en 2013". Ese deseo choca con las aspiraciones de Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal y otros dirigentes porteños de Pro, que también buscarán suceder a Macri cuando éste termine su mandato.

Cerca de Macri, por cierto, relativizan la amenaza que representaría una Michetti en rebeldía. "Ella está en su mejor momento, la veo muy bien y no hay apuro para que se decida", afirmaron en Bolívar 1. En el Ministerio de Gobierno, en tanto, confían en que Michetti aportará "15 o 20 puntos" y el segundo lugar en las elecciones a diputados. ¿Y en Capital? "Ganamos con cualquier candidato", suele repetir un confiado Macri en la intimidad, aunque muchos de sus compañeros de partido no están tan seguros.

Aliados en vilo

En el peronismo disidente bonaerense, en tanto, las aguas tampoco están calmas. El Frente de Unidad Peronista (FUP), que integran Francisco de Narváez, Jesús Cariglino y Graciela Camaño, dejó esta semana de confiar en un eventual salto de Daniel Scioli a la oposición y comenzó a mirar de reojo un acercamiento a Macri.

Para algunos de ellos (De Narváez y Cariglino, sobre todo) ello tendría el sabor de una reconciliación. "Con la suba de impuestos para el campo, Scioli demostró que no es ni será independiente del kirchnerismo", afirmó a LA NACION uno de los integrantes destacados del flamante espacio.

De todos modos, el acuerdo con Pro aparece lejano en el horizonte, sobre todo si Michetti fuera como candidata a encabezar la lista. "Michetti no enamora en la provincia, ya tuvimos suficientes experimentos que no funcionaron", opinaron otro dirigentes del FUP.

La buena relación de dirigentes de ese espacio con Rodríguez Larreta, Cristian Ritondo y otros peronistas de Pro deja abierta la posibilidad de un acuerdo. "Si hay acuerdo, será quince minutos antes del cierre de listas", afirman desde Pro, y recuerdan los tironeos del año último entre Macri y De Narváez, que terminaron con este último acordando con Ricardo Alfonsín.

Ajena a estas especulaciones, Michetti sigue sembrando la incertidumbre en el macrismo. "Va a terminar yendo a la provincia si Mauricio se lo pide", confían cerca del jefe de gobierno. Sin dejar las buenas formas, ella sigue dando pistas que contradicen ese deseo.