"No desesperen", el mensaje de un embajador a los argentinos varados en un crucero

El audio llegó ayer al grupo de WhatsApp. "Entiendo la angustia, pero quédense tranquilos. Por favor, no desesperen". Los 116 argentinos que están varados en un crucero frente a la costa de la isla Guadalupe escucharon las palabras de embajador, que les prometió que pronto van a regresar a Buenos Aires "sanos y salvos". Están encerrados en el barco hace una semana.

Los pasajeros del crucero Costa Favolosa, de la empresa Costa, partieron de República Dominicana y quedaron a la deriva días atrás luego de que la expansión del coronavirus obligara a extremar el flujo de turistas por el mundo. El crucero, que tiene capacidad para 3800 pasajeros, no pudo volver al puerto de origen y comenzó a deambular por las islas del caribe. Y el rumor de la aparición de un caso del virus a bordo, que finalmente se confirmó, dinamitó la posibilidad de acercarse a algún puerto.

Varados y a la espera de la asistencia de la Cancillería, los argentinos crearon un grupo de WhatsApp para centralizar la comunicación oficial por esa vía. Allí sumaron al embajador argentino en Barbados, Gustavo Martínez Pandiani, que les pidió que conserven la tranquilidad hasta resolver la situación. Decidieron bautizar al chat "Argentinos flotando".

"Fue como el crucero del amor que se convirtió en el crucero del terror", relató Pandiani en diálogo con LA NACION para describir cómo el humor de los argentinos iba alterándose frente a las dificultades que genera la pandemia para volver al país. "La pasaron muy mal. Ahora están mejor. Es casi seguro que mañana los traigamos de vuelta en un vuelo chárter", adelantó.

Según contó el embajador, el Gobierno está terminando de negociar con una aerolínea europea para que los argentinos puedan volver al país con una escala en Brasil. Pero esa no fue la primera opción. Luego de que se supiera que el barco no podía finalizar su viaje en República Dominicana, se buscó la posibilidad de que los pasajeros volvieran al país desde Miami, pero esa alternativa también se cayó. Lo mismo ocurrió con Panamá.

En el barco quedaron solo los argentinos. Los europeos fueron autorizados para descender en Guadalupe, una colonia francesa. Los brasileños también desembarcaron luego de acordar subirse a un avión de una aerolínea low cost que no podía traer a los argentinos por no cumplir con todas las exigencias de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).

El diplomático contó que en los últimos días hubo reclamos fuertes de los argentinos varados, en particular de los mayores, los niños o de quienes padecen hipertensión.

"Algunos se pusieron muy nerviosos. Les agarró desesperación, pero se organizaron y generamos un diálogo rápido. Tuvimos enorme ayuda de la Cancillería y de la Anac. Les fuimos contando todo paso a paso", concluyó el embajador, que también destacó el apoyo del gobierno de Emmanuel Macron, presidente de Francia, en las gestiones en la isla.

La embajada logró en las últimas horas la autorización de las autoridades de Guadalupe para que los argentinos puedan descender a la isla por un plazo breve de tiempo con el objetivo de que solo desembarquen para subirse al avión que los traerá de regreso.